martes, 6 de junio de 2017

Vecin@s

Si antes éramos
ciudadan@s
de la misma
capital,
ahora hay 
que sumarle
que somos
vecin@s
del mismo barrio,
y no solo eso,
sino que además
compartimos
jungla, selva
y habitación.

Qué bueno
resultamos periféricos
y atentos
con el entorno
que nos incluye
Qué bueno
ser consumidores
de los comercios
históricamente
pequeños,
de los de andar por casa.
Qué bueno
participar
ociosos
de la agenda cultural
haciendo pedagogía
con el boca a boca
y cartelería pegada
con cola.
Qué bueno
que te saluden
al pasar
con el conocimiento
de saberse
parte importante.
Qué bueno
el tejido social
construido de base
como viga maestra
de la que se
sostiene un pueblo.
Qué bueno
coincidir 
en la panadería,
los mercados
y los pasos de cebra.

Pero sobretodo
qué bueno
escudarse
en el mismo padrón
de una villa
que de haber 
sido medieval,
hubiera sido
cantada
en lugar de 
escrita.

Qué bueno
después de tanto,
pertenecer al mismo sitio.

El día que la "V"
de Vicálvaro
se confundió
con la "B" 
de barrio.

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