lunes, 9 de mayo de 2016

Las mismas llaves

Era un 15 de enero y estaba sentado en el mismo banco. El mismo parque, el mismo árbol, los mismos pájaros. No puedo sentirme más orgulloso del resultado que del proceso. Hacía sol mientras el cielo se abría. Salí antes del trabajo para firmar los papeles, vitalicios de por vida. Teníamos fiesta aquella noche y ella recogió las llaves al atardecer. Iba a ser la última que lo hiciera sola. Aquel día llegué a la misma hora en la que me encuentro hoy (08.17), por eso saboreo de manera especial el momento. Lo rememoro como si el hecho de ser y estar, siempre hubiera ocurrido. Ya no puedo mirar atrás porque ya no me persiguen las sombras. Es imposible abarcar tanto horizonte, inmenso e infinito, ahora que abrimos la puerta con las mismas llaves. Como dije al principio, el mismo parque, el mismo árbol, los mismos pájaros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario