me tuve que reinventar
tras una formación desmotivadora
y el encadenamiento
de varios trabajos más que precarios.
También con la separación
de kilómetros oceánicos
y con el primer contacto
de lo que iba a ser
mi trabajo definitivo.
Diez años publicando
y muchos más escribiendo,
pero diez
desde un portal
por el que he visto llover,
pasar gente
o sentirme tan solo
como el sol.
Y digo como el sol
porque empecé en verano,
justo cuando me apetece
hacer menos cosas que nunca
voy,
y creo mi blog de cabecera,
el que me acompaña
mes a mes
con personajes anónimos,
imágenes descriptivas
e inesperados éxitos
con los que no contaba nadie,
pero que por alguna razón,
ahondan en algún
que otro corazón malherido.
La única terapia
que hice en mi vida
se alarga ya
durante diez años
de manera gratuita
aunque pagando
algún peaje.
Encontré mi refugio
sin proponérmelo
y me hago fuerte
en un búnker
con jornadas de puertas
abiertas diarias.
La emoción del llanto,
tanto de la pena
como de la alegría,
el descubrimiento
que no lo es tanto,
sino que al poner palabras,
se visibiliza algo
que siempre
estuvo ahí,
los homenajes a personas
trascendentales
y no trascendentales,
pero que significan cosas,
ideas y expectativas,
reflexiones públicas
y sin ambages.
Aquí siempre fuimos
más de brujas
que de piratas,
más de fulanas
que de macarras,
más de catanas
que de sotanas.
De personas
al fin y al cabo
y si pueden ser antifascistas mejor.
Sé que me repito
como una madre
dándote algún tipo
de información
que estás harto de escuchar,
pero si lo hacen,
es porque en el fondo
saben que lo necesitamos
aunque nosotr@s sintamos rechazo.
Pues un poco lo mismo.
Celebro estos diez años
de escritura y expresión libre
sin matices de censura,
con toda su madurez
y todos sus errores ortográficos
y sentimentales.
Celebro mis ganas
de contar y reflejar
cómo veo y siento un mundo
del que a veces
me ausentaría
y otras
me lo comería.
Celebro que también
se me conozca
por esta tarea,
no por el ego
sino por si pudiera
servir de ejemplo.
Y celebro seguir sumando
palabras,
como el movimiento Sumar
sigue sumando
fuerzas de izquierdas,
habrá que seguir intentándolo.
Diez años en los
que tú,
si me estás leyendo,
casi seguro tienes
tu texto dedicado,
y si no es así,
sigue esperando,
esto no se planifica,
esto se experimenta
como la erupción de un volcán
que creíste inactivo.
Te recomiendo
que me esperes
con esa actitud,
con la de no saber
por donde te va a venir,
pero que cuando te llegue,
te deje con la boca abierta.
Como ya les pasó a Estopa,
mi grupo de la adolescencia,
celebro contigo
el X Anniversarivm.
A _Un Refugio En Tu Portal_
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