miércoles, 28 de junio de 2023

Andreíta, cómete el pollo

Andreíta cómete el pollo
es un meme de mierda
y Belén Esteban
una subnormal profunda.
¿Quién tomó la decisión
de llamar a esta tiparraca
la princesa del pueblo?
¿Quién decidió que esta tipa
de derechas, inculta
y falta de educación 
podría ser una referente
de la sociedad?
De esto va este texto,
de decisiones.

Pobre Andreíta
que se tuvo que comer 
el pollo porque a su madre
le salió del coño.
Menuda montapollos.
Decisiones.
¿Quién o quiénes deciden
lo que es bueno y lo que es malo,
lo que está bien
o lo que está mal,
lo mejor o lo peor,
lo adecuado o lo inadecuado?
Pues Dios,
tu jefe,
tu pareja,
tu padre,
o tú mism@.
¿En base a qué,
bajo qué parámetros?
¿Dónde están los márgenes?
Quien apele al sentido común
es un puto traidor,
no te fíes.

A estos cuñad@s les
dan igual la fuerza social,
el bienestar comunitario
o las características individuales.
Solo piensan y deciden
en base a sí mism@s,
en base a su polla y a su coño,
o en base a su polle y su coñe
(que les jode más),
por el simple dato y hecho
de quedar por encima,
de poner su ego
sobre la mesa
para pasar por encima
de todas las cosas y personas.

Esto sucede en diversos lugares:
hogares, puestos de trabajo,
canchas de fútbol, bares,
centros culturales, cotos de caza,
plazas de toros, circos, yates,
despachos...
Están por todas partes
y está bien que sea así,
por lo menos para saber
dónde situarte y cómo distanciarte.
El problema es que suelen irse
con las manos sucias,
habiendo propagado el virus
y corrompido el ambiente.
La impunidad del sindicato vertical.

Claro que es definitorio
quién toma las decisiones
y en última instancia
la responsabilidad de lo que acontezca,
pero eso no te exhime de culpa,
pesadillas y remordimientos.
Cuando tu ética se tambalea
y tu moral sufre varios infartos,
la puta sensación de
poder haber hecho algo más
siempre está ahí.
Lo entiendo, yo también
he pasado por eso,
pero de ninguna manera 
te convierte
en cómplice, 
ni en aliado,
ni en instigador.

Si antes digo
lo de la transparencia,
antes se incumplen
los términos en que se plantearon.
Para esta peña,
se dediquen a lo que se dediquen,
no son relevantes
los sentimientos
ni emociones
de l@s que consideran
que están por debajo.
Son lentejas,
café con leche para tod@s,
porque patatas...

Decisiones.
Nos podemos equivocar
tomando una decisión
determinada,
pedimos perdón
y a mejorar para la próxima;
pero quien es malo
con las decisiones,
por tomarlas y por la intención,
que no se le ocurra
repartir carnés
de buenos consejos
o de buenas prácticas.
No sé qué fue de Andreíta,
pero cuanto menos
se parezca a su madre, mejor.
A saber como estaba
el puto pollo.

Por las personas
que sufren las consecuencias
de las decisiones antisolidarias
de otras,
y por los que se mueren de pena
y de culpa
y de odio
y de asco.
Estoy en vuestro equipo.
Siempre.



martes, 27 de junio de 2023

Ella también se cae de la cama

Su cuna convertida
en cama
pero con ruedas
pegada a la nuestra
pero sin ser colecho
para salvar el hueco
y la consecuente caída
no vale de nada
porque las ruedas resbalan
cuando al intentar cambiar
de superficie
con la inercia de su fuerza
se origina una grieta
por la que sentir el vacío
y el dolor del impacto.
Sin comas,
para que sientas
la angustia de la imagen.

Sigue sus pasos
hasta en las caídas,
dicho de otra manera,
sigue sus caídas
para ver qué pasa
en los levantares.
Pesares y dolores
cuando tu hij@
sufre o padece algún dolor.
La inevitable y más fuerte
de las empatías
cuando alguien
que se presupone
más frágil y vulnerable
sufre alguna enfermedad
o accidente.

Esta vez fue mamá
quien te recogió del suelo
tras un PUM baldosiano,
unos segundos de silencio
y un llanto aterrador.
El intento de consuelo
del pecho contra pecho,
de la mano acariciando
suavemente cada cabello
de tu cabeza,
del corazón hecho añicos
sin ni siquiera
haberse ubicado.
Una caída de escasos 
centímetros de altura
que duele y paraliza
como si hubiera sido
de un quinto piso.
Desde aquel terrorífico día,
no este, sino el del precipicio,
le tengo pavor a las ventanas.

Como quien vuelve torpemente
a la consciencia de la realidad
y mueve su brazo para tocar
a ese alguien
que siempre duerme a su lado
para sentir,
haya pasado lo que haya pasado
en sueños,
que sigue ahí.
Algo parecido le tuvo que pasar.
Despertar y buscar instintivamente
a ese alguien
que siempre ha estado ahí
desde que nació.

Llevamos semanas hablando
del cambio de habitación
y por consiguiente
del cambio de cama.
El inminente proceso de emancipación
por el hecho irreductible
de hacerse mayor.
Pero tú no lo afrontarás sola
cuando estés dormida,
sino que te acompañará
tu hermano
en la parte de arriba
como si fuera el cielo
de cualquier creyente jesuita.
No estarás sola
porque él ya te mira
con los cuidados de una
persona experimentada
a pesar de su corta edad.
Y te sujeta la cabeza
con delicadeza y las dos
manos abiertas
para darte un beso
para el que no te ha 
pedido permiso
porque sabe que no tienes
casi lenguaje.
Y aceptas el beso
como si viniese de alguien
que no te va a fallar 
en la puta vida,
no te equivocas.

Caerse de la cama
es casi un hito del desarrollo
que marca la posición
y los lugares
que nos corresponden.
Jamás he acompañado
el sueño como con tu hermano.
Con él aprendí
la mejor manera de hacerlo
y las errores que prometí
no volver a cometer.
Es tu suerte y la mía,
la de estar más y mejor
preparada.

Pero te tienes que marchar
por un consenso de tus pamadres
poniendo un salón
de por medio
para que todas ganemos
algo nuevo.
Quizá autonomía,
quizá tranquilidad,
quizá comodidad,
quizá intimidad,
quizá más amor
desde cierta distancia
bien construida.

La Mariana no ofrece
las mejores de las condiciones
posibles que sabemos
serían las más beneficiosas.
Pero nuestro concepto
de hogar y familia
sí que lo hace,
por lo que te cuento,
por lo que te escribo,
que estamos preparadas,
que nos parece que tú
y tú hermano también
lo estáis,
y que nos ajustaremos
a vuestras respuestas
lo mejor que sepamos.

Esto no es ningún drama,
pero es un salto significativo
con la suficiente importancia
como para tomárnoslo
muy en serio.
Y no,
no vamos a fallarte
pese a todas las caídas
que te queden.
Que tengas una 
buena acogida, hija.

lunes, 26 de junio de 2023

X Anniversarivm

Coincidió con cuando
me tuve que reinventar
tras una formación desmotivadora
y el encadenamiento
de varios trabajos más que precarios.
También con la separación
de kilómetros oceánicos
y con el primer contacto
de lo que iba a ser
mi trabajo definitivo.

Diez años publicando
y muchos más escribiendo,
pero diez
desde un portal
por el que he visto llover,
pasar gente
o sentirme tan solo
como el sol.
Y digo como el sol
porque empecé en verano,
justo cuando me apetece
hacer menos cosas que nunca
voy,
y creo mi blog de cabecera,
el que me acompaña
mes a mes
con personajes anónimos,
imágenes descriptivas
e inesperados éxitos
con los que no contaba nadie,
pero que por alguna razón,
ahondan en algún
que otro corazón malherido.

La única terapia
que hice en mi vida
se alarga ya
durante diez años
de manera gratuita
aunque pagando
algún peaje.
Encontré mi refugio
sin proponérmelo
y me hago fuerte
en un búnker
con jornadas de puertas
abiertas diarias.

La emoción del llanto,
tanto de la pena
como de la alegría,
el descubrimiento
que no lo es tanto,
sino que al poner palabras,
se visibiliza algo
que siempre
estuvo ahí,
los homenajes a personas
trascendentales
y no trascendentales,
pero que significan cosas,
ideas y expectativas,
reflexiones públicas
y sin ambages.

Aquí siempre fuimos
más de brujas
que de piratas,
más de fulanas
que de macarras,
más de catanas
que de sotanas.
De personas
al fin y al cabo
y si pueden ser antifascistas mejor.
Sé que me repito
como una madre
dándote algún tipo
de información 
que estás harto de escuchar,
pero si lo hacen,
es porque en el fondo
saben que lo necesitamos
aunque nosotr@s sintamos rechazo.
Pues un poco lo mismo.

Celebro estos diez años
de escritura y expresión libre
sin matices de censura,
con toda su madurez
y todos sus errores ortográficos
y sentimentales.
Celebro mis ganas
de contar y reflejar
cómo veo y siento un mundo
del que a veces
me ausentaría
y otras
me lo comería.
Celebro que también
se me conozca
por esta tarea,
no por el ego
sino por si pudiera
servir de ejemplo.
Y celebro seguir sumando
palabras,
como el movimiento Sumar
sigue sumando
fuerzas de izquierdas,
habrá que seguir intentándolo.

Diez años en los
que tú,
si me estás leyendo,
casi seguro tienes
tu texto dedicado,
y si no es así, 
sigue esperando,
esto no se planifica,
esto se experimenta
como la erupción de un volcán
que creíste inactivo.
Te recomiendo 
que me esperes
con esa actitud,
con la de no saber
por donde te va a venir,
pero que cuando te llegue,
te deje con la boca abierta.

Como ya les pasó a Estopa,
mi grupo de la adolescencia,
celebro contigo
el X Anniversarivm.

A _Un Refugio En Tu Portal_


jueves, 22 de junio de 2023

Escuece un poco

Cuando no comprendes 
por qué a la peña
le escuece un poco.
Cusndo la alegría existe,
pero se desvirtúa
un poquito
camuflánfose en la broma
y lleva tilde
al producirse un hiato,
que lo entienda quien lo quiera entender
por eso de las vocales débiles
y las vocales fuertes
aunque sea una palabra llana.
Me acuerdo mucho
de Don Manuel de la Chía
y su manual de ortografía,
aquel maestro de primaria
que tuve
en Lengua y Literatura.
Y no le recuerdo
precisamente por su contenido,
sino por la esencia de su tutoría.

De esto va este texto.
De l@s poc@s referentes
de l@s que te acuerdas
a lo largo del tiempo,
con nombres y apellidos.
Por eso, si escuece,
te lavas la herida
con agua y con jabón
y la dejas que se cure al aire,
es lo que nos decían antes.
Ni tiritas ni hostias,
ni parches ni cortafuegos,
ni eufemismos ni equidistancias.

Cuando algo te escuece,
aunque solo sea un poquito,
puedes afrontarlo de dos formas:
la primera es obviándolo
hasta que se te infecte
y consiga intoxicarte;
la segunda es afrontarlo
con una actitud sana
e incluso solidaria,
para que tú y las afectadas,
puedan seguir el camino
que les ha tocado recorrer
ya bien sea por méritos,
por azar,
o por carambola,
en todo caso,
por un encuadre ajeno
en el que en última instancia,
ni pinchas ni cortas.

Seguramente no sea tan dramático
como lo escribo,
pero el estilo
lo escojo yo
que para eso soy su autor.
Cuando se me escuecen las ingles,
me las seco y me echo crema
para sentir el ardor de la cauterización.
Si te pica, come ajos.
Si quieres una taza, pues toma dos.
Si necesitas cremita,
pide que te la echen
con un masajito 
en la espalda.
Qué queréis que os diga.

Si escuece,
habrá que ver los motivos,
pero hay veces que escuece
y no es lícito el sentido 
porque no hay motivos
que valgan,
porque es extraño pensar
que a alguien le pueda sentar mal
o suscitar dudas,
porque no les corresponde
expresar en voz alta.
Ya no se utilizan
ni el agua oxigenada
ni el Betadine,
pero si te mola el alcohol,
te invito a que nos emborrachemos
y encaucemos tus penas.

martes, 20 de junio de 2023

Todo con mamá

Disfruto más con mamá.
Es lo que tiene
la capacidad de construir
frases cada vez más complejas,
que la madurez
ya no va solo contigo.
No es un reproche
ni una competición,
es un realidad temporal
con sus ciclos y sus fases,
que tiene que ver
con el tiempo del acompañamiento
y con la calidad del mismo.

Ahora lo quiere hacer
todo con su mamá:
dormir, comer, ducharse
e incluso jugar.
Una especie de victoria
a la que me sumo orgulloso
en sus celebraciones
y extenuaciones,
porque acompañar debidamente
también cansa hasta el extremo,
ni miedo ni vergüenza
en reconocerlo.
El caso es que le echo de menos
en las rutinas
en las que antes
me sentía más protagonista,
pero que al mismo tiempo
me subordino a sus decisiones.
Porque esto no va de
quién hace más,
sino de estar casi siempre
disponible para intentar
satisfacer sus necesidades.

En cierta manera,
lo que antes me parecía imposible,
ahora lo siento como
un corte del cordón umbilical 
con el que se siente
con las fuerzas suficientes
como para despegar solo
y planear libre.
Se hace mayor
con cada semana que pasa
y eso no quiere decir
que me quiera menos
o que yo haya 
bajado la guardia,
quiere decir
que ese momento ha pasado
y que se habilitan otros nuevos.

Así que me subo a la ola
y a sus modificaciones,
con todos sus nuevos matices,
para surfearla lo mejor que puedo,
lo mejor que sé,
para que quiera seguir
contando conmigo.
Llevamos meses
multiplicándonos,
que no dividiéndonos,
para intentar llegar
allí donde nos esperan.
Poco a poco,
sabiendo siempre
que somos la mejor opción,
cada vez con menos culpa
y con la honestidad por delante.

Aquí no hay segundos platos,
solo turnos
y oportunidades
que esperan ansiosas
su momento,
el de la presencia sin medias tintas,
el del acompañamiento puro,
el de la mirada sin disimulos
y el del amor a raudales.
Me conformo
con seguir saliendo
en tus dibujos
y con ser el abrazo
que te reconforte
las putas veces
que te vayas a sentir solo
en este mundo.

lunes, 12 de junio de 2023

a B y C

A Berta y Cynthia,
su primer aBCedario emocional.

Te acogieron en octubre
y ya te las llevas para toda la vida.
Con ocho mesecillos,
cuando apenas te volteabas,
ya les esbozabas tus primeras sonrisas.
Hasta hoy,
que cada vez que las ves 
aparecer a lo lejos,
te surge un brillo galáctico
al anticipar su presencia.
Pero es que también
te lo contaré
según vayas creciendo,
porque fueron las primeras
y porque sus dos letras
ya te las llevas impresas
en tus costados,
por todos tus lados
que conformen la figura
de quién serás
en el mañana.

Si para tu hermano
fueron las dos erres,
para ti lo han sido
la segunda y tercera letras
del alfabeto,
por el privilegio heredado
de que quienes te cuidaron,
también lo hicieron
por ser mis amigas.
Y eso no está pagado
aunque la matrícula
sea gratuita
y el comedor pudiera
estar subvencionado.
No hay mejor sitio
donde poder estar,
convivir y crecer,
a través de unos cuidados,
una mirada y un actitud
que solo las expertas
del cielo conocen.

Si ya hemos tocado techo
con el lugar,
también has alcanzado
el universo con tus maestras,
dos personas generosas,
pedagógicas y auténticas.
Podían haber sido otras,
pero fueron ellas
con las que decidiste erguirte
para poner en juego
todas tus competencias,
casi todos tus deseos
y alguna que otra sorpresa.

"A la escuelita,
a ver a Berta,
a ver a Cynthia,
que bien, que bien, que bien,
lo pasarás",
te cantamos todas las mañanas
antes de ir a la escuela,
tal y como hacíamos
con tu hermano antes 
de ir a la suya.
Dos seres maravillosos
que velan por tu seguridad
y apuestan con los ojos cerrados
por tus conquistas.
Dos gotas de agua necesarias
y obligatorias
con las que te has hidratado
por dentro y por fuera,
asegurándote la supervivencia
hasta en el más inhóspito desierto.
Dos piezas extraordinarias
que a tu corta edad,
ya se han encajado
en partes inversosímiles
de tu cuerpo,
mientras el resto
transitamos los años
en busca de las nuestras.

Esta ha sido tu experiencia
y sin tu permiso ni conveniencia,
me adelanto a relatarlo
para hacer justicia
a dos personas buenas,
profesionales e incontestables.
Porque no todo el mundo
puede decirlo
y yo no me canso de hacerlo:
qué suerte la nuestra.
Y qué privilegio el tuyo
de verte rodeada
de oportunidades
a las que agarrarte 
cuando lo sientas pertinente;
que privilegio el tuyo
de ser correspondida
en los primeros juegos
que te inventas;
que privilegio el tuyo
el de que te abran una puerta
con vistas al paraíso
y tengas la confianza
de expandirte a tu antojo.

Si tú has sido el aro,
ellas han sido el eje
donde poder ensartarte,
la transversalidad de tus días
cuando mamá, papá y el tate
no podían acompañarte.
Tu seguro de vida de infante,
tu regazo-búnker en las comidas,
tu cuento antes de acostarte,
tu acogida sin imperfecciones
para regalarte el lugar
que te pertenece,
tu cálida primavera,
tu magistral clase.
Eso son, fueron y serán
tus dos primeras letras
impresas en tu vocabulario,
las más importantes
después de tus pamadres
y las más determinantes
en el contexto Escuela.

A las incombustibles
Berta y Cynthia,
ojalá no se acabase
nunca este curso,
pero la vida sigue
y Gala y nosotras
os debemos la nuestra.

jueves, 8 de junio de 2023

La pieza que me faltaba

¿Sabéis qué es eso
de desvivirse por las personas
a las que acompañas?
Se llama Sandra y es mi amiga.
Lleva siete años siendo
mi compañera de trabajo
y este curso ha sido
mi principal herramienta,
mi pareja educativa.
No se me olvida
que estuviste desde los inicios,
en mi trigésimo cumpleaños sorpresa
cuándo me regalasteis
un arma de construcción masiva,
mi cámara,
y de que fuiste integrante
de aquel grupo de 42 personas
que estuvieron
en el ya histórico 3 de marzo.

Desde un punto de vista
egocentrista,
es la pieza que me faltaba.
Desde un punto de vista social
y comunitario,
es la pieza que nos falta a todas.
Por eso,
cuando me reincorporé
aquel 1 de diciembre,
fui yo el afortunado
de subir en tu regazo,
fui yo quien respiró
aliviado tras volver
a la que es mi casa
porque estabas tras la puerta
para darme una bienvenida
antológica
y una acogida bien planificada.

Gracias por darme el permiso
de escribir poesía
sobre la montura de tus gafas.
Gracias por esa sonrisa
donde hamacarme
todas las mañanas.
Gracias por el recogimiento
de tus brazos
y por la sensación
de sentirme a salvo.
Gracias por tu sabiduría,
tu compromiso
y tu honestidad para con l@s otr@s.
Gracias por envolverlo
todo con la humildad
de un planeta tan necesitado.
Y gracias por ser referente
en esto de acompañar a la infancia
con uñas y dientes,
con sudor y sangre,
con amor y respeto.

Asumiste el término
de La Pandilla
como quien asume
el concepto de familia
como institución.
Si fuimos parte,
insisto,
fue en parte gracias
a que te regalaste altruistamente
como la última pieza del puzzle
que todas andábamos buscando.
Un sentimiento de pertenencia
que has liderado y comandado
con asertividad, con pedagogía,
con la fueza intrínseca de las mareas.
Por eso te debemos tanto,
por eso ya estás incrustada
en la parte amable
de nuestra memoria.

También me atrevo
a hablar por ellos y por ellas,
porque yo tengo el vocabulario
al que todavía no han llegado.
Me cuentan
que supiste estar 
a la altura que necesitaban
y que conseguiste ajustarte 
a las circunstancias que les rodeaban.
Que fuiste un tanque
de besos y de abrazos
en los momentos más frágiles
y que te convertiste
en escultura de hierro
cuando necesitaban
tener en cuenta un modelo.
Me llegaron a contar
que les pareciste
como aquellos carteles
que señalizan el camino
en las rutas de senderismo.

Y la mejor noticia de todas
no es que consigas hacer
la metamorfosis
para proporcionarnos
la pieza que nos faltaba,
sino que si te lo propones,
fuiste, eres y serás
lo que tú quisite ser,
lo que eres
y lo que quieras ser.
Querida Sandra,
la suerte, el privilegio
y el mismísimo honor,
ha sido el nuestro
mientras nos mantengamos a tu lado.

miércoles, 7 de junio de 2023

Mi paracaídas

"Te he puesto un paracaídas",
salgo y cierro la puerta 
del despacho recordando
esas palabras.

Una pandemia,
un salto por la ventana,
una bacteria asesina
y dos cursos separadas
después,
volveremos a redifinir juntas
el concepto de pareja educativa.
Nadie dijo ningún nombre propio
porque a mí
solo me cabía uno
en la cabeza
y si estoy publicando esto
significa que me instinto,
una vez más,
no me ha fallado.

Así que y pese
al cambio de nivel
tras seis años
en la cúspide,
sé que nada puede salir mal.
Sin hacer de menos a nadie,
no se me ocurre
otra manera de seguir creciendo
mejor que con ella.
Aquí siempre hubo transparencia
y los papeles estuvieron claros,
eso sí,
nunca nos aprovechamos de ello.
Quizá, por ello,
nos reencontramos
en lugares nuevos
que enseguida
nos sabrán a conocidos
y se dibujarán como una casa
a la que llamar hogar.

Nunca dejamos 
el proyecto a medias,
simplemente tuvimos
que elaborar epígrafes
por separado
para que cuando llegara 
el día de la evaluación,
tuviéramos todas
las herramientas a nuestra disposición.
Jódete Marwan
porque esto no es un 
texto al desamor,
sino un deseo cumplido
y más que meritorio
por nuestra prudencia,
humildad y compromiso.

Tampoco nunca
esperamos nada a cambio,
nos limitamos a esperar
cuidándonos como pudimos
hasta que volviera
a llegar nuestro momento.
A ella nunca se le dieron
bien las apuestas
ni las porras;
a mí jamás
se me dio bien
disimular mis preferencias.
Las mareas siempre
acaban devolviendo
a los náufragos
a tierra firme,
porque cada cuál
siente que tiene su sitio.
El nuestro es juntas,
no sólo porque lo hayamos
pactado mil veces,
sino por justicia
de todo lo que se materializa
con una dignidad
con competencias de sobra
para acompañar
y dejarse acompañar.

Nosotras crecimos en un jardín
en pleno invierno
y con ropas intercambiadas.
Nunca nos pusimos malas
porque no había tiempo
que perder.
Tampoco nos fallamos
porque no entendemos
lo nuestro,
tanto personal como profesional,
como un plan
con un diseño mediocre.
Y volveremos a ser
ejemplo y lección
para quien necesite encontrar
referencias en nuestras
bibliografía.

La emoción de este día y medio
ha sido la adrenalina
de un salto al vacío
sin la necesidad del prejuicio
por llevar mochila.
Hoy y ahora,
me permito desplegar
mi paracaídas,
con fecha de incaducidad
al 17 de julio,
y aterrizar en hierba húmeda
de primera hora de la mañana,
como en nuestro segundo curso, 
cuando hicimos de las acogidas
un festival solidario
de disfraces y montañas.

De cinco en cinco
y tiramos porque nos toca.

_A Bea, el enésimo texto que te dedico
porque a quién si no_


lunes, 5 de junio de 2023

La tormenta de despedida

Ver llover.
Sentir la lluvia.
Abrazar el agua tras el bochorno.
Se me ocurren pocas cosas
tan placenteras
como una tarde 
de domingo tras la ventana.
Esos minutos victoriosos
donde me imagino
siendo un lago
que recoge toda la cantidad
de agua posible,
sin que se le escape
ni una sola gota,
con la incertidumbre
del tiempo
en que tardará en llegar
la siguiente.

Un momento
en el que quedarse a vivir
porque sabes
que lo de después,
el verano,
será insoportable.
La riada de agua
bajando por tu calle
de barrio
y los canalones colapsados.
El ruido de los tejados
cuando impacta
el agua agresiva
en sus tejas.
Los árboles y sus hojas
dándose un festín
sin pudor a que las 
palomas les caguen.

Una tormenta
a modo de despedida
con la que todo
el mundo sueña
y que todas sus gentes merecen.
Cualquiera, en estas condiciones,
se marcharía con una sonrisa
sin la necesidad
de tener que mirar
hacia atrás,
porque el sabor que se te queda
satisface todas tus demandas,
y no sola las tuyas,
sino también las suyas,
aunque todavía no lo sepan.

En una tarde de lluvia
también se puede hacer balance.
Y no sólo eso,
sino que además
es una buena oportunidad
para rendir cuentas.
Notar la furia
de lo que cae ahí fuera,
mientras sientes el confort
de lo que hay dentro.
Ese preciso instante
para aplacar
lo que no supiste ver a tiempo
o lo que no conseguiste atajar
por cobardía.
Todo se resume en eso,
en la viabilidad de tus decisiones
mientras el charco se hace
cada vez más grande,
en la susceptibilidad de recuperar
lo que una vez creíste perdido,
en el detalle preciso
que te hace marcar la diferencia.

No siempre se puede estar
a la altura,
pero la lluvia siempre caerá
de arriba hacia abajo
por más que las condiciones cambien.
La tormenta de despedida
que espero cada año,
acaba llegando cuando tiene que llegar,
justo cuando más lo necesito,
cuanto más os necesito.
Pero el quiénes
lo dejaré para otra ocasión,
me quedo con el cómo
y con el elemento.
¿Os imagináis
un verano entero lloviendo?
Pues eso,
soñar es gratis
y me gustaría no tener
que despedirme de ti
nunca.

jueves, 1 de junio de 2023

La vida sigue en junio

Se presenta junio
con temperaturas suaves,
un adelanto electoral
y el planetamiento eterno
de la autocrítica.
Otro curso donde
nos hemos esforzado mucho,
seguramente más de la cuenta,
pese a lo irrisorio de la nómina.
Hace mucho comprendí
que la vida sigue 
despues de la jornada laboral,
de hecho,
lo más importante
siempre está en la previa
y en la sobremesa.

¿Debacle de la izquierda?
Sí, como casi siempre,
pero más nefasta es
la otra parte,
la de los vencedores,
en ningún caso
analítica y reflexiva
debido a su impunidad.
Se lo debemos a familiares,
amig@s, conocid@s y vecin@s,
que por algún motivo
votan en contra de la gente
y de sí mism@s.
La vida siempre sigue
después de los resacones,
después de las tristes derrotas
y de las grandes celebraciones,
al día siguiente,
poco cambio se respira.

Por el momento,
aprovechemos la tregua del clima
y las poquitas fuerzas
que nos quedan,
para ir zanjando temas.
Valórate el recorrido
aunque no tengas a nadie
que te lo diga a la cara.
Identifica tus méritos
para sentirte más buena
y más guapa,
y más lo que tú quieras.
Sigue cuidándote
como hasta ahora,
porque los cuidados
siempre estarán en crisis,
más grave según pasan los años.
Échate una mano prima,
por si nadie consigue
brindarte la suya.
Y si te queda algo de aliento,
sé referente para l@s
que no encuentran consuelo
con nada ni con nadie.

No es que cada vez seamos
más individualistas,
es que cada vez
somos más cosa
que humanos.
Me parece a mí
que no va a ser suficiente
con poner plantas
en los balcones
y con que los coles cierren
a las 19.00 de la tarde.
Aprobar una examen
no te va a procurar
que seas alguien 
en la vida,
pero sin duda, sabrás,
que la palabra escribido
no existe
(Abascal puto nazi).

Siempre nos quedarán
el frío, la rabia y los sueños
pase lo que pase
y pase quien pase.
Da igual cuántos 
años tengas,
te afecta y debes implicarte.