es un meme de mierda
y Belén Esteban
una subnormal profunda.
¿Quién tomó la decisión
de llamar a esta tiparraca
la princesa del pueblo?
¿Quién decidió que esta tipa
de derechas, inculta
y falta de educación
podría ser una referente
de la sociedad?
De esto va este texto,
de decisiones.
Pobre Andreíta
que se tuvo que comer
el pollo porque a su madre
le salió del coño.
Menuda montapollos.
Decisiones.
¿Quién o quiénes deciden
lo que es bueno y lo que es malo,
lo que está bien
o lo que está mal,
lo mejor o lo peor,
lo adecuado o lo inadecuado?
Pues Dios,
tu jefe,
tu pareja,
tu padre,
o tú mism@.
¿En base a qué,
bajo qué parámetros?
¿Dónde están los márgenes?
Quien apele al sentido común
es un puto traidor,
no te fíes.
A estos cuñad@s les
dan igual la fuerza social,
el bienestar comunitario
o las características individuales.
Solo piensan y deciden
en base a sí mism@s,
en base a su polla y a su coño,
o en base a su polle y su coñe
(que les jode más),
por el simple dato y hecho
de quedar por encima,
de poner su ego
sobre la mesa
para pasar por encima
de todas las cosas y personas.
Esto sucede en diversos lugares:
hogares, puestos de trabajo,
canchas de fútbol, bares,
centros culturales, cotos de caza,
plazas de toros, circos, yates,
despachos...
Están por todas partes
y está bien que sea así,
por lo menos para saber
dónde situarte y cómo distanciarte.
El problema es que suelen irse
con las manos sucias,
habiendo propagado el virus
y corrompido el ambiente.
La impunidad del sindicato vertical.
Claro que es definitorio
quién toma las decisiones
y en última instancia
la responsabilidad de lo que acontezca,
pero eso no te exhime de culpa,
pesadillas y remordimientos.
Cuando tu ética se tambalea
y tu moral sufre varios infartos,
la puta sensación de
poder haber hecho algo más
siempre está ahí.
Lo entiendo, yo también
he pasado por eso,
pero de ninguna manera
te convierte
en cómplice,
ni en aliado,
ni en instigador.
Si antes digo
lo de la transparencia,
antes se incumplen
los términos en que se plantearon.
Para esta peña,
se dediquen a lo que se dediquen,
no son relevantes
los sentimientos
ni emociones
de l@s que consideran
que están por debajo.
Son lentejas,
café con leche para tod@s,
porque patatas...
Decisiones.
Nos podemos equivocar
tomando una decisión
determinada,
pedimos perdón
y a mejorar para la próxima;
pero quien es malo
con las decisiones,
por tomarlas y por la intención,
que no se le ocurra
repartir carnés
de buenos consejos
o de buenas prácticas.
No sé qué fue de Andreíta,
pero cuanto menos
se parezca a su madre, mejor.
A saber como estaba
el puto pollo.
Por las personas
que sufren las consecuencias
de las decisiones antisolidarias
de otras,
y por los que se mueren de pena
y de culpa
y de odio
y de asco.
Estoy en vuestro equipo.
Siempre.