viernes, 5 de febrero de 2021

Andorra

Aquellas vacaciones
de verano en Andorra
yo tendría unos 12 años.
Fuimos en un
Renault Laguna Megane
con mi abuela
en la parte de atrás.
Recuerdo que el trayecto
fue largo y pesado.
Nada más llegar
escuché por primera vez
el catalán.
Nos tuvimos
que abrigar
aunque fuera agosto.

Nuestro hotel
estaba en Ordino,
uno de los 7 concejos
de Andorra,
o parroquias,
tal y cómo
las llaman allí.
Tenía piscina
y minogolf,
aquello me impactó mucho.
Fueron doce días 
fantásticos.

Recuerdo mi forro
polar Kelme
que tanto me gustaba.
Los mejillones la vapor
en aquel restaurante
de sólo una mesa.
La cama elástica
gigante para saltar
con arnés
mientras mi padre
grababa con su último
capricho tecnológico.
Pasar la frontera
con Francia
para ver algún pueblo
de cuyos nombres
no me acuerdo.
Visitar Andorra La Vieja
para comprarle
material de escalada
a mi primo.
Vivir la experiencia
de Caldea
estando mojado
y al aire
al mismo tiempo.
Aquellas rutas
de senderismo
que sólo hacíamos
los varones.
Ver al Real Madrid
en la cafetería del hotel
en su primer 
partido de liga.
Y poco más
porque mi memoria
es de corto alcance
páramo desgracia,
pero siento
qué fue un viaje
que me marcó mucho.

Andorra
qué bonita eres
pese a los millonarios.
Ya no es por el hecho
de pagar menos
"legal" e inmoralmente,
es por el mensaje,
la ausencia de ejemplo
y el venerado
idolatrismo.
Andorra,
te damos a nuestros
históricos patriotas,
no los queremos
de vuelta.

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