viernes, 11 de diciembre de 2020

Y si me contestan. Parte II.

Y si me contestan,
me muero.
Siento que exploto
palpitar mi sangre
con el cambio
de temperatura.
Si me contestan
es como desnudarse
en público.
Como sentir el peso
de todo lo que eres
responsable.
Es como reconocer
que has mentido
y asumir la vergüenza.

No hay vuelta atrás
desde el momento
en que escuchas
la interrogativa.
El silencio se difumina
lentamente
hasta que sale
la primera palabra.
Después,
pones toda la carne en el asador
y te juegas los cuartos.
Si hace falta,
te lo juegas todo
a una carta,
porque en el
preciso instante
que sabes 
cómo empieza,
comienzas a sufrir
por pensar
cómo se acaba.

Pero si me contestas,
es justo
lo que estaba buscando.
Y te contaré
con pelos y señales
los motivos
por los que
te he llamado.
Y no se me olvidará
recordarte
lo cuidados y el cariño.
Y te diré
todo lo que te quiero
y las veces
que me has perdonado.
No perderé el tiempo
más que en tí y en mí,
que para eso te llamo.
Por cada segundo agotado,
por cada céntimo consumido,
por cada exhalación,
suspiro y desencanto.
Por el óxido,
las llamas,
el barro,
por todo eso
también te llamo
Y si me contestas,
pienso contártelo todo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario