Martes
víbora.
Ristra
de horas
oxidadas
fuera de casa.
El cerezo
esconde
su flor.
Vacunas.
Del dolor
a la pena.
Vómitos.
Ojalá
cambiarme
por ti.
Martes.
Putos Martes.
La incoherencia
de acompañar
en mi trabajo
y desatender
el acompañamiento
de la sangre
de mi sangre.
Martes
para
conciliar.
Y una mierda.
Te pido perdón.
Pero ya
no regalo
ni un minuto
de mi tiempo
que resulta
que es el mismo
que el tuyo.
Mareas de
culpabilidad
y malos
pensamientos.
Todo
se agrava
si cae
en Martes.
Te prometo
que poquito
a poco
les plantaré
cara
para que no
salgan
ganando.
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