Nos unen dos fechas históricas en nuestros nacimientos.
Por su parte, el inicio de una República, y por la mía, un golpe de estado fallido. Así fue justo como nos conocimos:
Encudrados en un instituto de barrio humilde
con su sistema educativo clasista y desfasado,
con su tiranía ponderante de súbditos directivos,
llego él y dio un golpe de estado sin armas, con ,labia.
Negoció una posible República con el aula,
con las alumnas; y lo que consiguió fue
democratizar los procesos, liberar nuestras mentes
y dar poca importancia a los resultados inmediatos.
Todas necesitábamos tiempo.
Tiempo para sacar el exprimidor y sacarle
el máximo jugo de gotas pedagógicas.
Sin colar y con grumos.
Entero él, para empoderarnos.
Y lo hicimos, lo absorbimos como si
fuera un rayo de sol en el gélido invierno.
Le cosimos bien fuerte a nuestras
ligaduras para que nunca nos faltara.
Le agradecimos su Didáctica,
la del arte de enseñar,
en la que se desenvuelve
como pez en el agua.
Le gusta que le llamen José,
con tilde en la "e",
sin dar explicaciones
porque los motivos ya los pone él.
Nunca me dejó llamarle maestro,
pero lo que él no sabe es,
que su maestría,
me cambió la vida.
-A José, con tilde en la "e"-
Joer q bonito..me has emocionado republicamente
ResponderEliminarJoer q bonito..me has emocionado republicamente
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