¿Qué me depara este Martes?
La mujer del tiempo me dijo que sacara el paragüas de la rendición, pero, al mirar por la ventana, solo vi oportunidad. Un café amargo que necesita dos besos de azúcar y unas gotitas de color azul. El pijama me contó al oído que hoy debía guardarlo en el cajón. Mi habitación, un volcán donde hacía frío....un frío que, a veces, proporciona más calor de lo previsto; mis ganas encontraron las llaves.
Hoy apruebo con nota.
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