enredando el mundo y haciéndolo más complicado,
vi una imagen que me retó.
Sus ojos pensaban en lo perdido,
sus labios hacían el des-amor con los besos esperados,
su nariz, fina, se esparcía en ondas,
su pelo caía por el precipicio de lo roto.
Me dijo: "Hace tiempo me dibujaron fracturada y herida, y ya no lo aguanto más, ¿Puedes ayudarme?"
Inmediatamente abrí el listín telefónico por la primera página y contacté con la diseñadora de sueños. Este fue el resultado:
Me volvió a decir: "¿Pero qué me has hecho? sigo perdida buscando respuestas.
Le expliqué que no había entendido nada, que yo ya lo tenía todo. Ésta vez me pudo el egoísmo.
-SONREÍ GRACIAS A ELLA-
Y tú no dejas de hacerme sonreír a mí!!!!!
ResponderEliminarUna sonrisa mayor que la anterior por cada palabra leída/escuchada.
Gracias.
Perdona por todo esto, es que no puedo. Me parece maravilloso.
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