jueves, 30 de noviembre de 2023

Día 95 de oposición

Vamos tirando que no es poco
y la cosa avanza
con una rutina mas o menos
establecida.
Me gusta fantasear
en cómo nos veremos
meses después
justo en el punto
en el que nos encontramos
ahora mismo.
Y la historia marcha
y evoluciona,
me atrevo a decir,
favorablemente.

Despacito, todas vamos
viendo resultados
de nuestros esfuerzos
y nuestra organización
consciente y bien pensada.
Siguen estando los días buenos
y los que no lo son tanto,
pero entendemos
que no hay nada lineal
en el proceso.
Ahora bien,
los frutos sí que los vemos
y los sentimos.
Un reconocimiento
al mérito de todas las partes,
especialmente la más compleja,
la de una mamá multitarea
intentando estar 
en todos los sitios
al mismo tiempo.

Pero sabemos que 
no es posible
y jamás te echaremos
la culpa de nada,
suficiente tienes tú
con reducir la que ya arrastras.
Estamos bien
y te esperamos
a que estés disponibles,
porque mientras tanto
nos cuidamos entre nosotr@s
y nos arropamos sin reproches.
Fíjate bien dónde estabas
el día 1
y en qué posición
te encuentras en el día 95.
Y también puedes fijarte
en cómo te echamos
de menos desde el día 1
y las formas que se
nos han ocurrido
para hacerte el camino
algo más amable hasta el día 95.

Somos más que un equipo,
somos felices
por pertenecer a lo mismo,
a nosotras mismas.
Gracias mamá,
llega hasta donde puedas,
yo les sigo poniendo
palabras a lo que veo
en nuestr@s hij@s.

lunes, 27 de noviembre de 2023

El primero de cientos

Era un día emocionante
para mamá y papá;
también para ti,
pero a tu manera.
Llevábamos casi un año
esperando el que iba a ser
el primer concierto de tu vida.
Grábatelo a fuego:
Sábado, 25 de noviembre de 2024,
Wizink Center Madrid, La M.O.D.A.

Así que fuimos
con la siesta bien echada,
en transporte público
y con comida y agua
bajo el abrigo.
Qué bonito lo de desatar
pasiones y que tu hijo
te vea tal y como eres
cuando las cosas te hacen
sentir de una manera tan desaforada
que no hay explicación posible.
Lo hicimos.
Lo hicimos juntas
porque no sabemos
hacerlo de otra manera.
Tampoco queremos hacerlo
de otra manera.

Un aprendizaje-axioma
de una experiencia
y un recuerdo para la posteridad.
De eso uno
no se olvida nunca.
Yo recuerdo perfectamente
que mi primer concierto
fue Maná en las Ventas
y Estopa en el teatro
Lope de Vega,
ambos con doce años,
así que fíjate
la ventaja que me llevas,
cachorro.

La primera música
que escuchas
suele ser la que te ponen en casa,
y tú ya fuiste a varios concis
estando en la tripa,
concretamente a tres,
y tus poros lo saben,
tus venas fluyen 
con piedad de los acordes
que te acompañaron siempre.
Para mí ha sido
uno de los días
mas importantes contigo
y con mamá.
Compartir un evento
de este tipo,
con los que mamá y papá 
hemos crecido
y nos hemos hecho
tal y como somos ahora,
no hay entrada cara
que se me disuada.

Las miles de personas
fueron a verte a ti,
sintieron cada salto,
cada gota de sudor derramada,
cada cerrar de ojos
esperando que el tiempo
se parase en lo que durase
el aterrizaje.
Ni cascos respetuosos
ni hostias,
todo los agujeros disponibles
hasta la afonía.
Y agradecimiento,
agradecimiento y reconocimiento
puros y duros
por criarte de esta manera,
la que elegimos,
pese a todas las equivocaciones.

Lógico que se te hiciese largo,
lógico que las tres butacas
se convirtieran
en tu tumbona de playa,
lógico que ir al baño
fuera una excursión
y lógico que las carreras
entre seguratas
se convirtieran,
seguramente,
en algo inolvidable.
Por si algún día
te conviertes en fan,
dejo por escrito
que compartimos mirada
y sonrisa con Rozalén,
que ella te conoció
antes de que tú la descubrieses.

Qué decir de la vieja banda,
la que nos ha hecho vibrar
a mamá y a mí
una decena de veces en directo.
La que por fin
nos hemos podido comer
por dentro y por fuera
junt@s,
en familia,
marcando en el calendario
esta fecha tan especial
con subrayador amarillo.
No quepo en mi 
de cada bote que daba
pensando en ti,
en que acertases
a ver mi felicidad y orgullo
por algo que me encantaría
tú reprodujeses 
en tu propia carne
según sigas creciendo.

Estos es parte de la historia
de tu familia
y te hemos invitado
a que entres de lleno,
a que reconozcas 1932,
a que identifiques a tu hermana
con Miraflores,
a que aprendas otros idiomas
con PRMVR,
a que te sientas parte
de una Kuadrilla con
Los héroes del sábado
o a que finalices los conciertos
con Mañana voy a Burgos.
Esto también es el legado
que te dejamos.

La salchicha enrollada
en pan de molde,
las palomitas recubiertas
de chocolate,
la historia del villancico rumano
en el E3,
las paredes que escalabas
en la Plaza de Felipe Segundo,
la Tita Margui,
los cascos que nos prestaron,
la fuerza con la que te cogía
en cada canción,
son otras de las cosas
de las que te acordarás
toda tu MODA vida.

El primero de cientos,
lo prometo.

jueves, 23 de noviembre de 2023

El oscuro pasajero. Parte II

Quién no lleva un
hijo de puto dentro de sí.
Pero que el propio vacío existencial
es sentir que la carga
puede contigo.
La idea insoportable
de no encontrar consuelo
ni salida
a un túnel oscuro y eterno.

Otra vez el oscuro pasajero
y cualquiera de sus personalidades
que ataca desde dentro 
hacia afuera
con todas las entrañas derramadas.
Eso, como otras ciertas cosas,
hay que vivirlo
compo para empezárselo
a imaginar.
Incluso así,
no hay empatía que valga
ni empatía suficiente
como para llegar
a comprender una mínima
parte de todo el dolor
que se importa y que se exporta.

Pero eso tú y yo
ya lo sabíamos,
son demasiado años
y unos cuantos
padecimientos,
unos cuantos episódicos
y otros perennes
como las hojas de 
algunos árboles.
Todos los textos
y todas las conversaciones
están atravesadas
de alguna manera
por la salud mental,
puta ausencia de salud mental.

No es solo el malestar
que te genera el hij@ de puto
que llevas dentro,
es también la imagen
que se proyecta en el resto
y que inevitablemente
arrasa con cualquier ápice
de oportunidad que creyeras tener.
Es peor que el cáncer,
porque lo que sabes de dónde viene,
intuyes a dónde puede llegar;
lo contrario es ansiedad, miedo
e incertidumbre
que nubla cualquier posibilidad
a la vista.

Es estar muerto en vida
porque aunque tu corazón
parezca que lata,
tú sientes la absoluta ausencia
de todo lo que previamente
creías conocer,
por lo que le camino
ni siquiera
es considerado un camino,
sino un letargo inducido
en el que no puedes saborear
ni un poquito
las victorias que,
desde fuera,
parecieran que arrojan
un poco de luz.

El oscuro pasajero
es un hijo del grandísimo puto
y el tal Ángel Martín,
flaco favor nos hace,
pero claro,
cada uno como puede y sabe.
El problema no es
cuando quieres arrasar con 
todo y a tod@s,
sino cuando quieres eliminarte
a ti mismo.

¡Seguimos!
Y al hijo de puto que llevo dentro,
te digo
que voy a acabar contigo.

sábado, 18 de noviembre de 2023

179

Me alegra saber
que tendremos a 179
representantes plurinacionales,
cada un@ con sus más y su menos,
los próximos cuatros años.
Y lo celebro a 1200 kilómetros
de velocidad,
los textos que llevo.
Es un alivio haber desbancado
a l@s otr@s 171,
que estarán al otro lado
de la tribuna
como trozos de carne para las hienas.

Las cosas irán despacio,
como siempre,
y nos seguirán 
resultando insuficientes,
como casi siempre,
pero esto va de reducir daños,
y lo hemos contrarestado
en las urnas
aunque la otra mitad
quiera salirse de los
márgenes constitucionales.
Es una cifra,
ciento setenta y nueve,
que nunca olvidaré,
y por la que ciertamente
me sentiré representado
y algo más tranquilo.

En el circo seguirá 
habiendo animales
aunque esté terminantemente
prohibido.
En la tienda de mascotas
seguirán vendiendo cachorr@s
por la puerta de atrás
aunque esté considerado ilegal.
Y en las protectoras
seguirán sacrificando
animales abandonados
aunque ya haya otro reglamento
que regule lo contrario.

Sí, la derecha
ahora aunada
como extrema derecha,
seguirá envenenando
nuestras aguas,
continuarán contaminando 
nuestros alimentos
y producirán gases nocivos
hasta el final de los días.
Pero lo harán desde posiciones
insuficientes de poder
de acción y ejecución
y no hay mejor noticia que esa,
recuerden,
reducir daños.

Seguirán sumando adept@s
a costa de familiares,
amig@s y conocid@s
y cobrará fuerza la polarización
de un país con tantas
cuentas y cunetas pendientes.
Seguirán a nivel local,
provincial y comunitario
restando derechos
y avances sociales,
seguirán discriminando,
criminalizando y marginado
a los colectivos vulnerables,
y seguirán matando civiles
sin apretar el gatillo.

Seguirán guionizando
las líneas editoriales de los medios,
dirigiendo bancos
y explotando con grandes multinacionales.
Pero hemos aprendido una cosa,
ni son mayoría,
ni son capaces de conformarlas.
Son así de inútiles
y de inservibles.
Por eso están tan agitad@s,
debido a sus propias
mediocridades y debilidades.
Porque les hemos superado
en porcentaje, votos y humanidad.

Si antes fuimos 26 millones
hijos de puta que debíamos
de ser fusilad@s,
ahora estamos en manos
de 179 hijos de puta
que tiene la tarea
de mejorar la vida de la gente.
Insisto que,
aunque sea por reducir daños,
yo me siento mucho más tranquilo.

martes, 14 de noviembre de 2023

Es importante pero no lo fundamental

Es una de la devoluciones
que obtuve después
de una subida de sueldo.
Como si ir a trabajar
fuese algo elegido y voluntario,
sabéis a lo que me refiero.
Independientemente de que te guste,
sientas y ejerzas la vocación
o consideres que es tu lugar,
no, si pudiera elegir
no iría a trabajar 
por un puñado de euros
que no cubren ni por asomo
los altos costes de la calidad de vida.

Es importante estar agusto,
sentir que te desarrollas profesionalmente,
crecer como persona
en varios ámbitos,
compartir y madurar,
lograr los objetivos,
descubrir y aprender.
Todo eso no es solo importante,
sino que es importantísimo
para poder llegar a sentir
que ir a trabajar merece la pena
no solo por el incentivo económico.
Pero para mí, lo fundamental
es entender que nos es justo
desempeñar toda una práctica
profesional sustentada
en una pedagogía maravillosa
por poco más que 1300 al mes
con las pagas prorrateadas.

No pretendo depurar responsabilidades,
sé muy bien quiénes hacen
los convenios
y quiénes diseñan los pliegos:
el enemigo que no hace justicia nunca
a la clase trabajadora.
Y el sistema,
que reconoce y valora
en función de lo que significamos
que unos cobren en tres meses
lo que ganarían algunas en un año.
Por eso yo no confronto
con mis compañeras ni amigas
sean jefas o contratadas,
faltaría más,
convivo casi tanto con ellas
como con mi propia familia,
de ahí, que en cierta manera,
las considere casi familia.
Confronto con la idea
de que querer cobrar
más y mejor
no nos hace ser
peores profesionales,
ni más materialistas,
sino que sería uno de los modos
en que nuestras funciones
se viesen mejor y más reconocidas,
ya no solo por la importancia
y la trascendencia
de lo que en un futuro
dará sus frutos,
sino por el inmediatísimo
presente de lo que nos merecemos.

Es fundamental la emancipación
económica de nuestr@a mayores
para seguir dando los pasos
que consideremos con la
libertad y autonomía suficientes
que nos permitan crecer y desarrollarnos.
Así son las reglas del juego
y el tablero poco podremos
modificarlo,
pero la dignificación de sus normas,
están en nuestra mano,
porque incluso para acudir 
a ti puesto de trabajo
tienes que pagar el abono,
repostar el coche
o comprarte jnos zapatos
que te permitan
aliviar la crueldad del suelo.

Ya ni siquiera hablo
de poder acceder a una vivienda,
pagar las facturas de los suministros
o llenar la cesta de la compra.
Ya ni siquiera menciono
lo de mantener personas a cargos
o incluso conseguir ahorrar
para las vacaciones.
Ya ni si siquiera me refiero
a tener un detalle a modo de regalo
o consumir un poquito de ocio.

Está guay distinguir
entre lo importante y lo fundamental,
y además entiendo
qué es algo muy personal,
pero lo primero
es lo primero para todo el mundo.

viernes, 10 de noviembre de 2023

Barricadas de los fachas

Ya nos avisaron
en plena Pandemia,
cuando cacerola en mano
y palo de golf entre las piernas,
salieron con sus bugas
por aceras que no necesitaban
ser asfaltadas.
Les estaban coartando la libertad
y España les sabía a menos España,
claro payasos,
una de las secuelas del COVID
era perder el olfato.
Vaya panda con mocasines,
camisa y chaleco,
que pena que no os hubiera
faltado respiradores artificiales.

La clase priviligeada y acomodada
sale a las calles
y no es para salir de fiesta.
Es para exigir que su España 
no se rompa,
la privada y externalizada,
la que vulnera sistemáticamente
derechos humanos
y derechos sociales,
la que criminaliza y asesina
a personas que forman parte
de colectivos que no es el suyo.
Su España facha
hereditaria del franquismo.
La del bigote,
la de la mujer en su sitio
y los maricones en cunetas.
La de l@s negr@s
mejor en el fondo del Mediterráneo,
l@s pobres en la periferia
y la transexual en la clínica.

Salen cada noche hacia 
la Calle Ferraz
aseaditos, con perfumes
pero las pollas sudadas.
Se visten de súper héroes
con la rojigualda
y gritan que los patriotas
son ellos,
con dos cojones.
Fascismo del bueno
retransmitido y blanqueado
por casi todos los medios
de comunicación,
para que si cabe posibilidad,
empatices con su amargura,
la de que perdure
la madre patria, católica
y ultraconservadora.

Y funciona, claro que funciona,
veréis que cenas
nos esperan en diciembre.
Parace que avanzan
menos en votos,
por eso no van a ganar,
por eso están agotados.
De lo más antidemocrático
que he visto últimamente.
La élite rogando
y los cachorros
con el mazo dando. 
Pobre infancia
la que le toque
ser acompañada
por semejantes machirulos.
Heterosexuales bien vestid@s
que se van de la mami
para cenar calentit@s,
sin miedo a que las facturas
les pasen factura.

Anda que piden por alguien
más que por ell@s,
pero qué hij@s del gran puto,
también sus dioses.
Por eso el día
que nos encontremos
no habrá tiempo
para ponerse de perfil.
Habrá que decirles
que si quieren nuestra desaparición,
puede que suceda antes
la suya,
porque equidistancia ninguna,
miedos todos los posibles.
Imaginaros su España,
la que ya hemos sufrido tantos años
y aquí seguimos,
pero con qué secuelas
y a costa de tanto.

La agitación de una clase
que se desmorona
tras haber perdido
en unas elecciones.
Por eso claman venganza
con rencor,
buscan el pucherazo
entre tanta anormalidad democrática
porque se creen únicos e impunes.
No seré yo quien defienda
a los sociatas neoliberales,
pero sí seré yo quien defienda
a cualquiera que quiera
se ofrezca a liderar desde 
posiciones antifascistas,
aunque el resto solo sirvamos
para garantizar los mínimos exigibles.

Nos equivocamos en ridiculizarles
por el hecho de que no estén
acostumbrados a protestar en las calles,
ni que la calle hubiera sido nunca nuestra.
Hay mucha más gente
que voya en contra
y que no ha pisado la calle
en su vida
de la que nos imaginamos.
Esa también es nuestra derrota.
Lo que no van a venir
a enseñarnos
son los términos en los que pensar,
la manera de entender a las sociedades
y el análisis humano 
de todas las dificultades.

Ellos no hacen barricadas,
ellos levantan muros
y corean al unísono
que van a ir a por nosotros.
Si de verdad no hay mal
que por bien no venga,
a lo mejor es el momento
de asumir que también
tenemos que ir a por ellos.
O ellos o nosotros,
es cuestión de supervivencia.

Es insoportable

El hombre acabará con el hombre.

Otra guerra más
que lleva siendo guerra
durante decenas de años.
La ocupación ilegal,
los desplazamientos forzados,
las bombas en la franja
con objetivos deliberadamente civiles,
niños, niñas, familias enteras.
Víctimas con categoría y de clase,
daños colaterales, dicen,
un genocidio televisado
y justificado por la gran mayoría
de Estados,
incluso los que se preveen
más democráticos.
No hay Derechos Humanos que valgan,
ni empatía ante una matanza,
primera, segunda, tercera intifada
y las que vengan,
hasta que desaparezcan
ante la mirada inmóvil
y la más demoníaca de las inacciones.
¿Pero qué cojones nos pasa?
Sociedades polarizadas
e impasibles,
la equidistancia política,
el discurso de tu cuñado,
es demasiado, joder.
Terroristas cuando nos interesa
y destrucción masiva
de la vida humana,
también del medio ambiente.
Te preguntas si valen
de algo las movilizaciones sociales,
los tuits descarnados,
las conversaciones entre pasillos.
Es verdaderamente insoportable
pararse a pensar en ello,
informarte o ver vídeos
de personas inertes.
Es absolutamente insoportable
encontrar siempre
una opinión contraria 
que justifique las atrocidades,
vengan de donde vengan,
solo que casi siempre suelen
venir del mismo sitio.
Es realmente insoportable
intentar dar una explicación a tus hij@s,
¿por dónde empezar?
¿por dónde seguir?
¿cuándo acabará?
El bucle del planeta Tierra
con sus guerras,
con sus paraísos de paz,
con sus vueltas a las masacres.
Y claro que tenemos
que posicionarnos,
no porque eso vaya a ayudar
en el conflicto,
sino para que por lo menos,
en tu casa,
se pueda respirar algo de justicia,
algo de humanidad,
algo de futuro.
Miles de muert@s
en pocas semanas
siendo la mitad infancia,
parte de la infancia
que ya no tendrá un porvenir,
ni un desarrollo, ni una madurez.
No tendrán posibilidad
de crecer y evolucionar
porque ya no existen,
y porque jamás conoceremos
sus nombres
y por tanto
les olvidaremos sin haberles conocido.
Como si no hubieran 
existido nunca,
ahora mismo les están aniquilando
y yo solo puedo escribir
esta mierda de texto,
insuficiente en todo caso.

La conclusión es que 
es insoportable
y el remedio,
si es que existe,
no pasa por tus manos.

jueves, 9 de noviembre de 2023

El Pirulí

Cuando bajamos del autobús
y encaramos el paso de cebra,
ella gira su rostro a la derecha
para encontrarse con
el imponente Pirulí:
"Uuuli, uuuli, uuuli"
canta con soniquete
al anticipar el vislumbramiento.
Está en esa época
en la que se expresa
con melodía, ritmo y volumen.

Un choque de monumentos
de lunes a viernes
donde me debato
entre lo social, cultural y lo político.
Que no nos engañen,
la crianza también es ideológica.
La perspectiva del Pirulí
cambia según bajamos
con nuestro segundo autobús
por la Calle Doctor Esquerdo,
siempre mirando hacia arriba
y haciendo como si quisiéramos
alcanzar la luna.

Cada vez que lo ve,
se asombra como si se tratase
de la primera vez que lo descubre.
Qué capacidad la dejarse sorprender
y emocionar sin compromiso
con nadie,
la de llamar a las cosas
y a las personas por su nombre
y la de escudriñar un simple detalle
como si fuera un trabajo de fin de grado.
También es una especie de juego
que nos hemos inventado,
una norma no escrita
y una rutina necesaria.
Un tip, un toc, un tick
que manejamos con libertad
entre las dos,
a nuestro antojo,
sin tener en cuenta a nadie más,
como cuando pasamos por un túnel
o compramos churros los viernes.

Nuestros códigos,
nuestras normas,
a solas y con intimidad
entre este mar de gente.
Me gusta la composición
de tu cara al verlo,
tu estilosa y delicada
anticipación sabiendo
hacia dónde tienes que mirar,
la comprensión de un padre
hacia su hija
sin que nadie se percate
de lo que está ocurriendo
es algo tan mágico
y extraordinario,
que si me lo pidieras,
te llevaría el Pirulí a casa.

Siempre formará parte
de nuestros primeros itinerarios,
de tus jornadas equiparables
a las mías,
del transporte público
que no gratuito,
que tanto tiempo
potencialmente aprovechable
me ha regalado.
Por los sitios comunes
y los lugares amables
que siempre nos recordarán
algo digno de ser recordado.

domingo, 5 de noviembre de 2023

La Hora En Que Te Lo Cuento. Parte II

La cachorra que viene detrás.
Un legado de historias y cuentos
que se repiten
como las películas
que veíamos de pequeñ@s.
Una tradición de instituto
donde contar cuentos
tumbado y del revés,
liberaba las cadenas
del elefante encadenado.
Eso solo lo saben unas pocas,
pero desde entonces,
comenzó mi amor
por la literatura infantil.

El ritual de la noche
que a veces se ve empañado
por un televisor que atonta
las neuronas,
y pido perdón por ello,
por adoptar la posición fácil
y accesible de seguir avanzando
en las tareas
que ni os van
y que ni os vienen,
pero así son los ritmos
y las comodidades
del mundo adulto.
Pido perdón por ello.

Cuando la complejidad
de los cuentos pasa
por intereses distintos
según la edad,
porque ahora sois dos
l@s que reclamáis contenido
para llenar vuestros huecos.
Son leyes no escritas
que no deberían ser incumplidas
nunca.
Y no es que yo lo haga mejor,
es que llevo muchos cuentos
a la espalda
y entendí hace tiempo
la obligatoriedad,
por salud mental,
derechos humanos
y aprendizaje social,
de que exista el momento
de ojear, escuchar e imaginar.

Insisto en que no es excusa
que por ser una de
mis herramientas de trabajo,
luego llegue a casa
y la deseche por agotamiento.
No sería justo ni conveniente que,
tras cambiar de contexto
al pasar del secundario
al principal,
yo me haya desnudado entero
en la institución
y luego no haga el esfuerzo
de hacerlo en casa.
Eso nunca.

La historia interminable
de decidir qué y cuántos cuentos,
para afrontar una noche
donde la consciencia
se deja llevar por sueño y sueños.
¿Cuál tocará hoy?
¿Qué elementos perdurarán
y cuáles serán los nuevos?
¿Cómo compaginar el estar en medio
y tener que compensar
al que tienes en la izquierda
y a la que sujetas con la derecha?
Todo el arte y las aptitudes
llevadas al máximo exponente
con el ánimo de que
lo recuerden toda su vida.

Soñar con abrir una librería
o trabajar en la que tantas
veces has estado,
en tu barrio,
con personas tan extraordinarias
como las lecturas que te recomiendan.
Saltar de estantería en estantería,
cambiar de sección
con los ojos cerrados
porque te sabes de memoria
cada giro, cada altura,
cada perspectiva.
Consumir gratis
como si estuvieras
en una biblioteca pública
sin miedo a romper el silencio
para finalmente comprar,
porque deberíamos comprar
a las artesanas y no a las multinacionales,
las obras que completarán
el armario de tu casa.

'LHEQTLC'
es la denominación,
por siglas,
por los siglos de los siglos,
FIN 

viernes, 3 de noviembre de 2023

¿Cómo te llamas?

¿Cómo te llamas?

Le preguntó una chica
de unos diez años a Gala 
en el autobús.
Es una pregunta perfecta,
la de acercarte a una desconocida
y preguntar su nombre
como comienzo a una conversación.
Hay que saber cómo dirigirse
a las personas y muchas veces,
la infancia, lo tiene más claro
que nosotras.
Nosotras directamente
increpamos, avasallamos
o nos pasamos de guays.

Es tan sencillo como empezar
desde el principio,
por el primer derecho
que tenemos como sujetos
que existen,
el de tener un nombre.
Gala la miraba
con ojos como planetas
y una sonrisa
entre vergüenza y curiosidad.
Así se acerca una 
a un bebé, a una niña
que se está haciendo
por la mirada que recibe
de l@s otr@s.

No solo me pareció tierno,
sino educado, empático y estiloso.
Un claro ejemplo
de comunicación verbal directa
desde la buena voluntad
y el compromiso de hacer las cosas bien,
con orden y estrategia.
Porque no siempre tenemos
las herramientas,
pero a veces solo bastaría
con la actitud necesaria
de haber pensado el cómo.
La vida no son solo cálculos
y mecánicas difíciles de integrar,
con una buena planificación
de los actos, suele resultar suficiente.

Pero claro,
no tenemos tiempo o ganas,
no valoramos la importancia
de los detalles,
las palabras seleccionadas
o la forma en que se expresan.
Vamos a degüello
porque solemos sentirnos
por encima de cualquier
situación o persona.
Y nos equivocamos.
Es mucho más fácil
y accesible,
otra cosa es que nos
apetezca ir por la vida
solo mirando hacia delante,
con orejeras, cédula
por apretar fuerte la mandíbula
y el ano blanqueado
(esta no te la esperabas).

Yo también suelo
preguntar por el nombre,
no se me ocurre algo
que humanice más
que llamar a las personas
por el nombre que van a tener
toda su vida.
Recuerdo cientoa de nombres,
de personas buenas y malas,
cercanas y lejanas,
queridas o anónimas,
sea como sea
siempre suelo
empezar por preguntar el nombre.

Y tú, ¿cómo te llamas?