Lo que mal empieza
puede que acabe
de buena forma,
pero lo que bien
empieza,
no tiene por qué
ratificarse del
mismo modo,
ya que nos vemos
envuelt@s
en una azarosa
suerte
que decide
por nosotr@s.
Y de eso va
esta historia:
de las cosas
que albergamos
que deberían
ser contadas.
Te animo.
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