martes, 12 de noviembre de 2013

Jodiendo las ganas

Anoche me dijo
que no había
hueco para los dos,
así que 
me folle al tiempo
y lo deseché
en el armario
para quedarme con ella
y ser,
con su permiso,
la primera opción
que desmantela 
su cuerpo-cuadro
obra de arte.
También me dijo
que callara;
y así hice
mientras ocupaba
mi boca con la suya
para decirla
lo que se suele decir
cuando se ama
a las lenguas.
Luego me dijo
que la jodiera,
y la jodí escribiendo
en su espalda
mis jodidas ganas
de continuar siendo...
pedagogía trágica
lo llaman algun@s,
escribió ella.
Lo que no me dijo
es como volverla a ver
tras el papel gastado
de una vida paralela
a las vías
que te conducen
y acercan
un poco más,
a sus ojos
vestidos en verso
para que mojen
mis labios
para que moje
su sexo.

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