miércoles, 25 de diciembre de 2024

herMANArse

Prepararon la colada
y tendieron nuestras manos
con pinzas de colores.
Escogieron cada prenda 
con tacto, sobrias,
dándoles la vuelta
y aplicándoles quitamanchas.

Aquel día no fuimos a psico 
a destruir el muro 🧱,
sino que impartieron 
una clase magistral 
de cómo tocarse
con el debido consentimiento.
¿Sabrías reconocer las manos
de tu madre a ciegas?
¿Podrías sentir las manos
de tu mejor amiga
sin saber que es ella?
¿Identificarías la de tus hij@s
tras una tela opaca?
Hicimos ese ejercicio.

Las manos son filosofía,
una canción, un poema.
Son un medio para
realizar el ejercicio
de hermanarse
a través de los gestos,
las arrugas, la memoria.
Es raro darle la mano
a alguien cuando
socialmente 
no existe una excusa 
para dársela.
Es tan íntimo como exclusivo.
Un acto que solo realizas 
con unas pocas 
desde que nacen
hasta que crecen
y comienzan a dar
las manos a otras 
que no eres tú.

Aprendimos una
valiosa lección.
Jugamos a identificarnos
a través de las manos,
reflexionamos en torno
a sus posibles implicaciones 
y nos hicimos las preguntas 
pertinentes respecto 
al consentimiento personal 
de cada una.
Yo lo viví 
como un punto de inflexión
por la apertura
que tuvieron algunas
para expresarse.
Dar la mano por primera vez
es como escuchar hablar
a alguien por primera vez
de sus más 
profundos sentimientos.

Ahora bien,
igual que te hermanas,
cabe la posibilidad 
de desermanarse.
¿Con cuántas personas
te tocaste y ya 
no lo volverás a hacer?
¿Qué nos quedan
de todas aquellas experiencias?
¿Cuánto aprendimos a respetar?
Como decía antes,
fue una valiosa lección.
Gracias, coordis.

lunes, 23 de diciembre de 2024

Año 6 Después de Enzo

Seis años,
dos dientes nuevos
y su primer trimestre
en Primaria.
Todas esas novedades
más todas las experiencias 
que le han ido desarrollando
en este 2024.

Es un niño 
que ya no parece 
ser tan niño.
La peña se sorprende 
por su altura,
por su cara redondita,
por la cresta heridataria 
que le corresponde.
Enzo vive sumergido
en una infancia feliz,
pronto podrá ser él 
quién saque 
esas conclusiones.
Juega en solitario
para el equipo
y juega en equipo
para l@s demás.

Sabe que es importante frenar,
parar cuando se le pide,
reflexionar a través de la humildad 
y pedir perdón 
cuando el de enfrente
ha quedado herido.
Es el mensaje principal
que le transmitimos 
todos los días.
A partir de ahí,
su abanico de posibilidades 
es inabarcable,
tanto o más 
como el batir de alas
de cualquier pájaro 
que esté buscando
su zona segura.

Con seis años cumplidos 
sabe cuál es su lugar
y conoce que hay más lugares 
por descubrir.
También hay otros
que conscientemente revisita 
para saborearlos de otra manera.
Hay épocas del año
que le saben a películas 
familiares de salón;
otras que le saben a viajes 
poco interesantes
en un principio
pero que los acaba
recordando toda la vida;
y hay otros que le sabrán 
a cómo le tocamos
aquel día,
a qué le dijimos 
y en qué términos 
se los transmitimos,
a qué miradas
pusimos en medio
del tablero de juego.

Enzo es pasión 
y esperanza.
Es pasión autónoma
e independiente
y es la esperanza ajena
de su padre.
Porque inevitablemente 
pongo expectativas en él 
para que se reconozca 
en las cosas que 
a mí me dan la vida,
huya de los terrores 
que me amilanan
y combata lo que universalmente 
necesita ser confrontado.

Enzo es un chapoteo en el agua,
una regla deportiva
que procura con todas sus fuerzas
ser cumplida,
una carrera infinita
que no le satisface
ninguna acera finita.
Enzo es animalista,
dueño y líder 
de sus propios deseos,
es un motor que ruge bien fuerte
y sensibilidad pura
para con sus emociones.
Es un torrente de agua
inagotable,
roca inquebratable
del océano profundo,
inabarcable con cualquiera
de los abrazos que quieras darle,
invencible desde su nacimiento.

Enzo es café 
y estrella nocturna,
felino que se activa,
tormenta que refresca.
Es una luz cegadora,
un disparo de nieve,
hacia lo salvaje.
Es Silvio y Amaral,
un pogo constante.
Es incontestable.

_A tus 6 años🕯️, hijo_

sábado, 21 de diciembre de 2024

Luna Petit

Todo esto ha ocurrido
porque salimos a fumar un cigarro,
así de simple.
Le daba el sol
pero se moría de frío,
y de hambre
y de miedo.
Quería pero no podía.
La noche anterior 
la habían abandonado
en una bolsa.
Eso nos contó Dolores,
la viejita que le estaba 
dando pollo mechado.

La descubrimos en familia
porque nuestr@s hij@s
nos ven fumar.
Esto le sorprende 
a algunas personas,
sin embargo a esas personas
no les importa mostrar
su fascismo a sus hij@s.
Da igual de qué hablemos,
en esta casa nos posicionamos 
siempre que nos sintamos 
preparadas para posicionarnos.
Os preguntaréis 
qué tiene que ver esto
con Luna Petit,
lo tiene que ver todo.

Es revolucionario imaginar
una familia en su conjunto
y conseguirlo pasado el tiempo.
Esto lo llevamos haciendo
toda la vida.
¿Cuándo es el momento?
¿Cómo vamos a hacerlo?
¿Qué hay que tener en cuenta?
¿Por qué lo queremos?
Son preguntas que zanjamos
aquel sábado de diciembre
en una residencia
visitando a las abuelas.
Por cierto,
abuelas que no estaban
cuando se produjeron 
los protocolos de la vergüenza,
por lo que no sumaron 
dígitos al 7291.
Insisto, siempre voy a posicionarme.

Estuve a punto de cogerla,
pero fueron finalmente 
las rescatistas las que
lo hicieron.
Si la noche anterior 
homenajeábamos
con gloria a la mujer del preso,
ahora fue una tal Gloria
la que iba a liberar
a otra presa de la muerte.
Otro ser vivo
abandonado 
por un ser humano.
¡Esto sigue pasando!
Y esto sigue definiendo
qué tipo de sociedad somos.

Luna 🌑 Petit 
llegó a casa 
el 11 de diciembre de 2024
y cada cual
la recibió a su manera.
Algunos necesitaron
su tiempo, pensar 
cuales iban a ser
los primeros movimientos,
atreverse a acercarse.
Otras fueron más impetuosas,
con las cosas más que claras 
y decisiones en firme.
La diversidad también 
inunda nuestra casa.

Así que estamos en 
tiempo de acogida.
Otra bebé 
que juega por las noches
y reposa por las mañanas.
Otra felina
que está llamada 
a marcar nuestras vidas,
todos los años posibles,
por el amor persé
que sentimos 
por los animales.
Otra integrante
de La Mariana,
por las que ya no están,
por las que seguimos,
por las que serán.

Le sacaremos mil nombres,
nos aprenderemos 
su tipo de ronroneo,
sus maneras de jugar,
sus preferencias,
sus trastadas 
(siempre me encantó 
esta palabra).
Estaremos ahí 
para dar forma
a sus anécdotas,
a sus días raros,
a la construcción 
de la posición 
que ocupará en esta familia.

Bienvenida Luna Petit,
llegara el día 
en qué me marques la cara,
como tu hermano,
Clio,
el felino antifa.

viernes, 13 de diciembre de 2024

¿Me rascas la espalda?

- Papá ¿me rascas las espalda?

Siempre le ha gustado
que le rascásemos la espalda.
Me recuerda a mi Tito,
el bombero, seguramente él responsable 
de mi interés repentino 
por las izquierdas,
las diversas y enriquecedoras
izquierdas.
Él siempre nos pedía 
que le rascásemos la espalda,
de cualquier manera,
imagino para sentir el tacto
de cualquier ser querido.

Mientras le acaricio
más que rascarle 
le observo la cara
y no tiene nada de niño,
o eso me parece a mí.
Solo seis años 
y sus tres primeros 
me parecen tres planetas 
inalcanzables.
Saboreo el momento
y me apena el pensar
cuando ya no nos 
toquemos así.
Yo no recuerdo
haberme tocado así con
mi padre,
insisto,
no lo recuerdo
aunque sí pasase.
En todo caso me parece 
una mierda no acordarse
de estas cosas
siempre que hayan sucedido.
Yo nunca he querido 
ser como mi padre,
pero sí espero 
que el quiera ser como yo
en algún sentido.

Mientras recorro 
su piel con la yema de mis dedos,
siento que aprieta la tripa 
para tirarse un pedo.
Y no le sale,
pero nos reímos 
un buen rato.
Es él quien me recuerda ahora 
que yo no puedo oler,
pero sí que podría escuchar
el mar de la playa con mis oídos.
Es él quien me descubre
que yo no puedo oler un caracaol,
pero sí que podría ver al niño
que está gritando 
que ahí hay un caracol
con mis ojos.
Para acabar su reflexión 
me dice
que yo sí que podría ver 
cómo se aleja un globo 
y cada vez se hace más pequeño 
mientras él ahueca sus manos
en la cuenca de los ojos
haciendo como si fueran
unos prismáticos.

Yo no contaba con escribir
este texto,
pero una vez más 
me paré a escuchar 
y me dice enseñaron 
algo nuevo,
otra vez mi hijo,
otra vez que mi legado
se construye gracias 
a sus pensamientos.

Le quité restos de la cena
de la comisura de sus labios 
con mi dedo húmedo de saliva 
y reconocí 
que no podría parecerse más 
a su abuelo y bisabuela materna.
Que la afonía 
la lleva de serie 
y que los movimientos 
de su boca están 
más que determinados.
Pensé otra vez
que ya no cabe entre
mis brazos,
que ya no es el niño
del que me enamoré,
sino que ya estoy enamorado
de otro niño más mayor.

Y da un pelín de vértigo,
pero también mucho orgullo
al detectar que has captado
un momento único 
que ya no borrarás
de tu memoria 
como tantos otros cientos.
Rascarle la espalda
es una especie de contrato 
no escrito
que tenemos con
nuestro hijo
y aunque se pierda,
el contrato,
no dejará de haber contacto.

sábado, 7 de diciembre de 2024

Y nos volvimos a ver

Y nos volvimos a ver
como nos veíamos antes,
sin tanta responsabilidad 
ni cargos máximos
de nuestros cuidados.
Nos pintamos las uñas,
comimos sin interferencias,
vimos una peli entera,
nos echamos una siesta,
elegimos la ropa por turnos
y nos fuimos tan adolescentes 
como hace veinte años.

Con amigas, siempre con amigas
tan dispares como nuestras
personalidades.
Volví os a tener
un objetivo 🎯 común 
sin la preocupación 
de tener que defenderse 
de nada, absolutamente de nada.
Por lo que el planeta
sigue girando,
pero por una vez
nos despojamos 
del compromiso 
que una vez elegimos 
y nos dejamos llevar
enraizadas por donde
quiso la semilla.

Y nos volvimos a ver
atentas,
pero desde otros lugares
tan necesarios y deseables
que ojalá pudieran
repetirse con mayor frecuencia.
Darse la mano
sin la posibilidad de alertas,
agarrarse las piernas fuertes
para sentirnos segura,
conversar sobre algunos temas
que llevaban años aparcados,
beber sin hora y sin filtro,
hasta donde lleguemos,
hasta donde podamos,
porque seguimos pensando
que tenéis derecho
a llegar borrachas,
y solas, si se diese el caso.

La cuenta atrás se nos 
echó encima,
así que nos colamos
en lugares no correspondos
buscando la sombra de la sierra.
Una vez situadas,
ya en la balconada,
corrimos peligro de muerte
por precipitación emocionante
de los corazones,
pero nos sujetamos tan fuerte
y tan sinceras
las que allí estábamos,
que nadie cayó al vacío.
Acabó con entre poetas y presos
proclamando la gloria
hacia las mujeres y todas
las personas que se posicionan
desde el feminismo.

Regresamos y nos volvimos a ver
en casa a solas,
sudorosas y aventadas 
las gargantas.
Volví al palacio en aquel 2017
y me dormí tranquilo,
orgullo y digno 
por habernos visto volver.
Desde La Raíz 🫚 
de mis entrañas,
hasta la próxima,
porque está no ha sido la última 
ni por supuesto 
fue la primera.
Son más de veinte años, joder.

viernes, 6 de diciembre de 2024

Nos volveremos a ver

Lo prometieron en 2017
y lo han cumplido.
Las bandas saben perfectamente 
la huella que dejan
en sus seguidoras porque
ellas también son seguidoras
de otras bandas.
En aquel Vistalegre 
hicieron historia
y ahora la van a volver a hacer
en el Wizink.
Hicieron historia 
porque nosotras
formamos parte de aquello.
y aquello, fue absolutamente 
emocionante.

Todavía recuerdo la previa,
los aledaños, el botellón,
las meadas, las risas,
el subidón, los porros,
el circo de l@s rebeldes,
parte de mi Kuadrilla,
mi persona favorita,
Castañita,
gente en común, 
fusión, mestizaje, clandestinas.
Entrar la recinto corriendo
como si fuera la primera vez,
huir del baño porque
empezaba a sonar el poema,
la inmensidad del pogo,
los puños bien altos
recogiendo toda la rabia y los sueños.

Ya lo vivimos en varias
Penélopes, en unas 
cuantas Rivieras,
en las fiestas de Vicálvaro,
en Tres cantos,
en la plaza de toros de Toledo 
y en algún festival que otro.
Somos viejas conocidas
del directo más apasionantes.
Esta vez será 
en el gran recinto,
por los pelos,
pero no la última.

Por una vez jugueteamos
con las expectativas,
con la ilusión intacta,
con la emoción de la sorpresa.
No será una noche más 
aunque sí será 
con las de siempre,
más mayores,
más maduras 
y sin ninguna calma.
Una parte más 
del autoconcepto 
qué llevamos construyendo 
veinte años,
spoiler,
veinte años.

Escribí hace años
que mantener
y por lo tanto cuidar
la capacidad de emocionarse,
es de las cosas más importantes
por las que vale la pena luchar.
Este concierto es eso,
una forma de ver y sentir
el mundo que habitamos
y un deseo más un anhelo 
de lo que nos gustaría 
que fuese.
Es una oportunidad más 
y yo ya estoy dentro del pogo.

lunes, 2 de diciembre de 2024

¿Dónde está mi psicóloga?

"Respecto a lo que te pasa 
¿qué es lo que no estoy
siendo capaz de ver?"

Ojalá tuviera una psicóloga,
de hecho,
ojalá todas tuviéramos una
por la seguridad social 
y bien remunerada.
¿Qué es lo que necesitas de mi?
habría que preguntarles.
¿Qué es lo que necesito de ti?
desde lo que me gustaría recibir,
habría que preguntarse
a una misma.
Nadie dijo que fuera fácil,
pero es absolutamente 
necesario hacerlo de esta manera.

También escuché 
lo de las sociedades polarizantes 
como si los extremos
en sus posiciones
tuvieran equivalencias:
mentira cochina,
fallo orgánico del sistema.
¿Dónde están? ¡No se ven!
Esas relaciones interpersonales
bien cuidadas.
Ayuda externa ¡Sí!
Pero no todo vale
para echar balones fuera.

Mira que me he llevado
toques de atención 
con todas las razones posibles,
pero ese nunca ha sido mi estilo,
sino que aguardo paciente
y consciente
el momento perfecto 
y máximamente respetuoso 
para ejecutarlo.
Hay mil maneras
y cada una con las suyas,
no hay problema,
pero por favor,
empatía,
que casi todo nazca de la empatía.

Son tantísimas cosas
las que se nos escapan
que deberíamos 
despojarnos de las togas
y los mazos
cada vez que sentimos
que podemos intervenir.
De verdad que solo sé 
que no sabemos nada,
así que tranquilidad,
con alter ego 
y disponibilidad persé
para con las demás.

Si solo escribiésemos
un poquito,
si nos escribiéramos 
con los mismo datos 
en el remite que en el remitente,
si mirásemos un poquito
hacia dentro,
las terapias que no hacen falta
estarían mejor configuradas.
Abrazar el silencio,
practicar la escucha
y escoger el momento adecuado
para abrir la boca,
son tres asignaturas
que echo en falta,
que muy poquita gente
aprobó en su día.

La clave o las claves
no te las voy a dar yo,
no tengo nada de presuntuoso
ni ególatra 
aunque ciertamente 
produzaca el sentido contrario
al manifestarlo yo mismo.
La clave está 
en buscarse la vida
para encontrar tus claves,
como si fuera la banda sonora 
que anhela tu vida;
como si fuera el sabor
incontestable 
que nadie pudiera discutirte;
como si la imagen 
que vence a las mil palabras
estuviera enmarcada 
en el cabecero de la cama.

Ni me canso ni desisto 
en contarlo 
aunque de mil rodeos 
porque como dije
hace poquito
defiendo y detesto,
defiendo lo que me parece justo 
y detesto todo lo que me parece
que sobra.
Puede que se entienda 
algo se lo que relato
o puede que te parezca
una basura,
en todo caso
aquí lo dejo escrito 
para seguir legitimando
lo que pienso, lo que quiero
y en lo que insisto.

¿Dónde está mi psicóloga?
Pero antes necesito trabajarme.
Esos son los pasos que elijo.