Campanadas

En una época
más injusta
que ésta,
sonaban
los campanarios
de las iglesias
de los pueblos
rojizos,
cada vez
que se advertía
peligro.
Esa era
su función,
avisar
de que 
el coco
quería entrar
en casa.

Si esas
"reliquias"
con más de 
dos mil años
de antiguedad
servían para algo
que no fuera
mandato divino,
serían para
resguardarse
del enemigo
que la invocaba 
en su lucha
pese a contradecir
sus preceptos.
Nada más.

Hoy en día
suenan las campanas
en el último
día del año
para que con
actitud festiva,
nos preparemos
antes los males
que acontecen
por esos
mismos señores
que ponen
a punto
dichas campanas.