bien acaba,
y lo que empieza
por sorpresa
en autobús,
debería acabar
ingenuamente
en otro autobús,
o casi siempre...puuuuufffff (guiño, guiño)
Un despliegue
discreto,
minucioso,
estratégicamente
digno
para acabar
entregando
las armas
Nos entregamos
en cuerpo y alma
en el campo
de batalla
por una misma causa:
atentando en bares,
robando sonrisas,
disfrazados
de cualquier
ser o cosa.
Otro viaje al Norte
que no fue balada
sino granada.
Fueron los que fueron
porque así
lo decidieron,
y yo,
más agusto
que un arbusto,
llevado en volandas
hacia la gloria
al terminar
la guerra.
No sabes qué es eso
de que te abandonen
en gasolineras
y estadios
de primera;
las amistades
arriesgan
al límite
de sus posibilidades
porque precisamente
las posibilidades
no se agotan.
De curas y leones
va esto.
El primero
para reedimirse
del mal diario;
el segundo
para rugir
desatado
las ganas
que les tengo.
Cazador
cazado
la presa
cuelga
al opresor.
Así pasaron
las horas
entre disparos
de lluvia,
comidas amables
y pruebas impagables.
No hubo frío
ni remordimiento,
cada uno a su ritmo,
respeto máximo
por el himno
("El kuadrillero")
La "che"
del reproche
nos la fundimos
a chupitos
machacados
de origen
mexicano
con sabor
a penes
de plástico.
Sesión de peluquería
improvisada,
resolución de
acertijos,
incluso
defensa en bloque
al romperse
las copas.
No se puede pedir más
aunque tuviera más vidas.
La emoción
de descubrir
a cada momento,
con cada paso,
un nuevo reto.
Todo ello
acompañado
de mis héroes,
que sirva
de preludio,
moriría por ellos.
Solo pensaros
me pone el vello
de punta,
no de miedo,
estoy hablando
de mis hermanos.
Agradecido hasta los huesos,
calado de vosotros,
firmado:
mis restos.