Tocado pero no hundido.
Quiero recuperar la bondad
y la digna lealtad.
Ser buena persona
no debería considerarse
profesión,
ni carrera universitaria
inaccesible económicamente;
debería ser inherente
a la condición
por Constitución.
Arrastro lodo y
escupo sin parar,
crisis existencial.
El odio corrompe,
pero el conformismo
determina,
así que prefiero odiar
en posiciones de lucha
que vivir esclavo
conformista de
las circunstancias.
Al final, todo consiste
en hacer como si
quisiéramos cambiar
las "cosas"
para luego
no cambiar nada
en términos
lampedusianos.
Y que las bases
sigan legitimando
a las élites que
nos atan la soga
al cuello
porque al fin y al cabo
está mal visto
defenderse de la
violencia con violencia,
no vayamos a dejar
de ser democráticamente
sujetos experimentales
sin derechos,
ni penas,
ni glorias.
Y en esas estoy,
consolidado en las
teorías de la esperanza,
porque es más cómodo
quedarme sentado
esperando,
que dar la mano.
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