lunes, 30 de septiembre de 2013

Invito yo

 
Cuando cuentas algo a alguien
y llora,
te arrepientes de no haber llorado
y de haberlo contado.
 
Las heridas cicatrizan,
por lo menos las mías,
y si no,
que se jodan;
el protagonismo para las flores.
 
Que sepáis,
que los pasillos estrechos
también son puntos de encuentros,
y muy sanos;
de hecho,
los busco sin brújula
porque a pesar (o no) 
de no saber dónde me llevarán,
siempre acabo encontrando
uno de mis "Refugios".
 
Siento la intromisión,
mejor,
lo dejamos para otro café.
 
PD: Invito yo.


2 comentarios:

  1. Me hubiese gustado curar tu mano con el cariño que sentía en ese momento...borrar lo malo que hayas sentido y proteger tu "alma"...
    Pero tus caminos son los que eliges y a veces sólo tenemos la experiencia para comprender la vida y para vivirla...
    Ahora que me he salido por completo del rol que la vida me había dado frente a tí...puedo mostrarte mi dolor y todo mi cariño ... La vida tiene maneras muy curiosas de hacer del café un vehículo afectivo...y espiritual (si me permites el termino).
    Me toca a mi...y de vez en cuando no es malo el que las flores NO tengan el protagonismo y lo tengas TÚ...
    Descansa tu mano y tu cabecita.
    Besos

    ResponderEliminar
  2. Gracias Mabel!!!
    Crea un blog y ESCRIBE por favor.
    Te haré caso.
    Gracias de nuevo.

    ResponderEliminar