Cuando cuentas algo a alguien
y llora,
te arrepientes de no haber llorado
y de haberlo contado.
Las heridas cicatrizan,
por lo menos las mías,
y si no,
que se jodan;
el protagonismo para las flores.
Que sepáis,
que los pasillos estrechos
también son puntos de encuentros,
y muy sanos;
de hecho,
los busco sin brújula
porque a pesar (o no)
de no saber dónde me llevarán,
siempre acabo encontrando
uno de mis "Refugios".
Siento la intromisión,
mejor,
lo dejamos para otro café.
PD: Invito yo.
Me hubiese gustado curar tu mano con el cariño que sentía en ese momento...borrar lo malo que hayas sentido y proteger tu "alma"...
ResponderEliminarPero tus caminos son los que eliges y a veces sólo tenemos la experiencia para comprender la vida y para vivirla...
Ahora que me he salido por completo del rol que la vida me había dado frente a tí...puedo mostrarte mi dolor y todo mi cariño ... La vida tiene maneras muy curiosas de hacer del café un vehículo afectivo...y espiritual (si me permites el termino).
Me toca a mi...y de vez en cuando no es malo el que las flores NO tengan el protagonismo y lo tengas TÚ...
Descansa tu mano y tu cabecita.
Besos
Gracias Mabel!!!
ResponderEliminarCrea un blog y ESCRIBE por favor.
Te haré caso.
Gracias de nuevo.