La batería de recursos
para conciliar el sueño
pasan por ser
vivencias del pasado
a momentos significativos
que marcarán el futuro.
Estas son las nuestras:
El ratón que encontró Martín
bajo el botón
era muy chiquitín
y viceversa
aunque este no sea
el orden original.
Tras dos estaciones malas,
Fito busca una lágrima
en la arena
que seguramente
se acabó llevando la marea,
mucho más difícil
que encontrar
una aguja en un pajar.
La paloma blanca
que me enseñó mi yaya,
volando hacia el palomar,
no dejes de volar
si quieres llegar.
Los cinco peces de colores,
que bonitos son,
el chiquitito,
el que nada mejor,
no se sabe
cuál es su color.
Arrorró mi niño,
pedazo de mi sol
y mi corazón,
parece que cierra los ojos
pero los vuelve abrir,
pícaro sueño,
no quiere venir.
Un lobo bueno
maltratado por corderos
en un mundo al revés
donde los príncipes son malos,
las brujas hermosas
y los piratas honrados,
había una vez.
Y cómo no,
los acordes
de la parte que me vuelve loco,
la de los 30 años,
la pedida
y la boda,
la canción más emocionante
que compuso
y que asumí
con el compromiso
de grabármela en mi piel
para ser fe, ley y dogma.
Con estas canciones
concilia el sueño
mi cachorro,
que
ojalá sean las mismas
que utilice él
para dormir al suyo
dentro de muchos años.
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