jueves, 17 de mayo de 2018

No solo se ganó la UEFA

Esa noche no solo se ganó la UEFA.

La gente frente
a sus televisores
nerviosa
primero,
y en las calles
celebrándolo
después,
no sabían
lo que iba
a ocurrir
en paralelo.

Sin tener que ver
con el fútbol,
la madre,
atletista,
se preparaba
para el mayor
esfuerzo
de su vida,
para el más
bonito
que cualquiera
pudiera imaginar;
el padre,
madridista,
no pensó
ni un momento
en un partido
que le era ajeno
sino en el suyo
propio,
el más duro
y el más
esperanzador,
el de la bienvenida,
el de la acogida
y el acompañamiento.

La Kuadrilla
durmió
aquella noche
a la espera
del duodécimo
campo.
El cielo creció
para abastecer
la extensión
que llevábamos
meses esperando.

Y ocurrió.
El nuevo campo
se desplegó
para recibirnos
antes él
a nosotras.
Nos dio
la primera
lección de vida
con apenas
unos segundos
de existencia.

Un día dije:
"Que no se 
te olvide nunca
los que hace mucho
ya se morían por verte".
Pues ese día ha llegado
y ahora nos toca
jugar el partido
de quererte.

_A mi duodécimo campo_


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