La construcción del relato
implica
dedicación,
actitud
y compromiso.
La coherencia necesaria
para conectar
fuerza
y corazón
concretados
en pasión.
-¿Y la razón?
- Pá cuando haga falta.
-¿Y el estilo?
- Pá quien lo quiera.
-¿Y la verdad?
- A ser posible.
El empaque
de un conjunto de letras
transformado
en un puñado de palabras
que te transportará
al éxtasis
de una realidad
por alcalzar.
Con título
o sin él,
el relato
siempre tiene
algo que decirte
a ti,
lector,
que solo recibes
para seguramente
nunca dar.
El inconfundible
empeño
de la constancia
por mantener
la esencia de las cosas
eternas.
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