Años de espera
para que en
once momentos,
en once pases privados,
las once fugaces,
corrieran despavoridas
buscando la identidad
intransferible
de quien las posee.
Hago cuentas con los dedos
para terminar sabiendo
que "El doble de tu mitad"
no eres tú entera,
sino l@s dos mezclados.
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