a la calle cortada
de luces azules,
gorras encajadas
y gentes desencantadas.
Me Emplazaron en las Cortes
de cuerpos desangrados
a la orilla de un Palace
con posiciones privilegiadas.
Fui solo y aterrado a investirme
con mi piel de cordero,
corazón de zorro,
entrañas putrefactas.
Todo el mundo hablaba
de política,
todo el mundo encontraba
soluciones diferentes,
todo el mundo
se quejaba
con más derecho
por estar...
...en lugar de construir
por ser.
Fui silencioso entre la marea
a contracorriente
con ruidos de sirenas
de vallas encajonadas.
Insultos volaban
como balas
directos a los dos leones
que lo custodiaban.
La horda de chalecos
impasibles,
trabajaban inmóviles
mientras los malvados
se regodeaban
tan cerca de ellos,
que era imposible
no saberlo.
Fui atento a los borrachos
que me encontraba,
más sinceros
que el puñal clavado,
más muertos que el
capitán ahogado.
Charcos a medio secar
y flores rojas abandonadas
en cunetas urbanas.
Fui guiando a los
perros sin dueño,
a los niños sin futuro,
a las gentes sin techos,
a las sombras sin cuerpos.
Por una vez,
los "Rufianes"
tomaron la palabra
y las "Iglesias"
dijeron la verdad
mientras la radio
retransmitía
sin más audiencia
que las personalidades
ausentes y emigradas.
Fui convencido
de la condena firme,
de la sentencia orquestada,
de la ley injusta,
de la legislatura gastada.
Fui abstenido
porque me abstuvieron;
fui manipulador
porque me vendieron;
fui tirano
porque me resignaron;
Ahora soy
común y sencillo,
marginado improvisado,
sonrío morado...
...esta guerra
sólo ha empezado.