finalizó en Viena.
Hasta aquellos confines
llegó sin importancia,
demasiadas señales
en tierras grises
que nunca engañan.
Nació en Graná
enamorado de la cultura
y el patrimonio antiguo
haciéndose en Madrid
a medio camino
de Antequera.
Pedagogo experto
el disimular
lo simulado
de niet@s históricos
bautizando
a su preferido,
Felipe II,
en su despacho.
Si le hubiera conocido,
Boabdil,
no habría derramado
sus últimas lágrimas.
Hombre de reinos
y encuentros,
reconquistó
la magia
de La Alhambra,
su legado.
Filósofo callejero,
hijo adoptivo
del mundo,
fue padre y abuelo.
Desde la Alcazaba
talló el Peñón de los enamorados
con su mirada.
Su roca,
firme y alegre
ESTHER,
"olmeda"
tranquila
se despide
en Cuenca
de la tierra
que nos cubre
a tod@s
tu ausencia.
Serás estudiado
por gentes ajenas
y recordado
por tus influencias.
Aquel último risotto
que probaste
cuidará de
tu Moreno
medalla de oro.
a Juan Manuel Moreno García
y su mujer
Esther Olmedilla
1929-2016
QUE LA TIERRA TE SEA LEVE
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