sábado, 19 de noviembre de 2016

De niños

Él espera sentado
acomodado
mientras 
ella resiste levantada
y angustiada
los embistes
de la vida.

De niños jugaban
dadas las manos
sin diferencias
ni presiones,
no existían corruptas
intenciones.
Eran lo mismo,
sujetos
a miradas ajenas
condicionados
a lo que se esperaba
de uno
a lo que se le exigía
a la otra.
Se querían
determinados
en una guerra
de posiciones,
para la que nunca
se está preparado.
No se entendían
caminando separados
por un mismo sendero
embarrado y llano
algunos pies descalzos.

Era cuando no
importaba donde
se daba el beso,
cuando el gesto
era libre y respetado,
cuando el movimiento
sano y acurracado
no era
enrevesadamente
complicado.

Cómplices del tiempo
y la armonía,
los que antes
luchaban iguales
por los sueños y deseos,
ahora proponen
metas diferentes,
los roles.

De esto se trata,
de niños y mayores,
de vencidos y vencedores
de hombres y mujeres,
del respeto sin condiciones.
Igualdad significa:
"las mismas oportunidades".
No tener miedo implican:
"más posibilidades".
Ejercer las libertades determina:
"un mundo sin injustas situaciones".

Empoderadas las mujeres
junto a curadas sociedades,
harán de niños y mayores
los mejores facilitadores,
para que el género 
de las palabras,
masculinas históricas,
neutras simuladas,
se conviertan en feminismo,
único movimiento
con vocación de panacea
para acabar definitivamente
con la caja de pandora.

De niños fuimos
lo que ahora no 
somos capaces de ser
pero de lo que aprenderemos
para volver a ser.


Nota de "autor": texto presentado al Certámen Literario Letras y Palabras contra las violencias machistas de Vicálvaro.

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