cuando te veo
saltando
de letra en letra
sin cuerpo,
solo en ganas
a deshora,
con intención
diferida
sin firma
en la esquina.
Te me derramas
en vino,
tu tobogán
el humo
de lápiz desgastado.
En memoria
de tu puta madre;
por una vez,
quiero algo
inmediato
con olor a entrañas,
sin mediaciones.
Reventado esquemas.
Pensar en desorden
me excita
y me conmueve,
deja que te estructure
la noche
verás como
no quedará papel en blanco.
Cuestas demasiado
tiempo y aliento,
y miro
y miro
y miro por detrás,
pero ya no estás.
Otra vez
que me dejas
sin nota de
despedida y yo,
silueta,
vacío al mismo tiempo.
Te espero de nuevo,
pero no tardes,
estoy harto de comas.
La próxima vez,
te saludaré con un punto.
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